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  • Cuando s acabó la plata de Egipto y de Canaán, todos los egipcios comenzaron a llegar donde José para decirle: «Danos pan, ¿acaso nos vas a dejar morir porque se nos terminó el dinero?» (Génesis 47, 15)

  • Dijo Jacob a José: «El Dios de las Alturas se me apareció en Luz, en el país de Canaán, y me bendijo diciendo: (Génesis 48, 3)

  • También debes saber que cuando yo regresaba de Padán, tu madre Raquel se me murió en el camino, en el país de Canaán, poco antes de llegar a Efratá, y la enterré allí, (en el camino de Efrat, que es Belén).» (Génesis 48, 7)

  • o sea, en la cueva que está en el campo de Macpelá, frente a Mambré, en el país de Canaán, el campo que Abraham compró a Efrón el hitita como lugar de su propiedad para sepulturas. (Génesis 49, 30)

  • Antes de morir, mi padre me hizo prometerle bajo juramento que yo lo habría de sepultar en el sepulcro que él mismo se había preparado en el país de Canaán. Así pues, permíteme ahora subir a enterrar a mi padre, y luego volveré.» (Génesis 50, 5)

  • Lo trasladaron al país de Canaán y lo sepultaron en la cueva que hay en el campo de Macpelá, frente a Mambré, campo que Abraham había comprado a Efrón el hitita, como su propiedad para sepulturas. (Génesis 50, 13)

  • Tomemos precauciones contra él para que no siga multiplicándose, no vaya a suceder, que si estalla una guerra, se una a nuestros enemigos para luchar contra nosotros y escapar del país.» (Exodo 1, 10)

  • También pacté mi alianza con ellos para darles la tierra de Canaán, la tierra en donde estuvieron como peregrinos. (Exodo 6, 4)

  • los jefes de Edom vacilan y los generales de Moab se asustan, se angustian los pobladores de Canaán: (Exodo 15, 15)

  • comieron el maná hasta que llegaron a la tierra de Canaán. (Exodo 16, 36)

  • Luego Moisés edificó allí un altar a Yavé, al que puso por nombre: Yavé es mi triunfo. Y declaró: «La bandera de Yavé en la mano: Yavé está en guerra con Amalec de generación en generación.» (Exodo 17, 15)

  • Josué estaba con Moisés, y al oír el griterío del pueblo dijo: «¡Hay gritos de guerra en el campamento!» (Exodo 32, 17)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina