Fundar 61 Resultados para: muchacho

  • Llegó al monte Carmelo, donde el hombre de Dios. Eliseo la vio de lejos y dijo a su muchacho: «Ahí viene nuestra sunamita. (2 Reyes 4, 25)

  • Eliseo volvió a Guilgal. Había gran escasez de alimentos en la región y, cuando los hermanos profetas vinieron a sentarse junto a Eliseo, dijo a su muchacho: «Toma la olla grande y prepara un caldo para los hermanos profetas.» (2 Reyes 4, 38)

  • Cuando Naamán estaba ya a cierta distancia, Guejazí, el muchacho de Eliseo, se dijo: «¡Pensar que mi señor no tomó los regalos que le trajo ese arameo! ¡Por Yavé, que correré tras él y recuperaré algo de esto!» (2 Reyes 5, 20)

  • Al día siguiente, el muchacho del hombre de Dios se levantó temprano para salir, y vio a los arameos que rodeaban la ciudad, con sus carros y caballos. Entonces dijo a Eliseo: «Ay, mi señor, ¿qué vamos a hacer?» (2 Reyes 6, 15)

  • Oró Eliseo y dijo: «Yavé, abre sus ojos para que vea.» Abrió Yavé los ojos del muchacho y vio el cerro lleno de caballos y carros de fuego en torno a Eliseo. (2 Reyes 6, 17)

  • El rey estaba hablando con Guejazí, el muchacho del hombre de Dios, y le decía: «Cuéntame todas las cosas maravillosas que ha hecho Eliseo.» (2 Reyes 8, 4)

  • y vi pasar a un muchacho, a uno de esos jóvenes que no piensan en nada. (Proverbios 7, 7)

  • Por sus actos demuestra el muchacho si su vida será justa y honrada. (Proverbios 20, 11)

  • Un muchacho inteligente observa la Ley, el que frecuenta a los lib ertinos es la vergüenza de su padre. (Proverbios 28, 7)

  • Más vale un muchacho pobre y con buen criterio que un rey viejo y tonto, que no sabe pedir consejos. (Eclesiastés (Qohelet) 4, 13)

  • ¡Pobre de ti, país, cuyo rey es un muchacho y cuyos jefes están de parranda desde la mañana! (Eclesiastés (Qohelet) 10, 16)

  • Muchacho, conoce la felicidad, mientras seas joven, y toma temprano las buenas decisiones. Elige tu camino como mejor te parezca, sin olvidar que Dios te pedirá cuenta de todo. (Eclesiastés (Qohelet) 11, 9)


“Se quiser me encontrar, vá visitar Jesus Sacramentado; eu também estou sempre lá.” São Padre Pio de Pietrelcina