Fundar 129 Resultados para: saco

  • Cuando terminaron de hablar, el rey Ezequías rasgó sus vestiduras, se puso un saco y se fue a la Casa de Yavé. (2 Reyes 19, 1)

  • Los hijos de Sedecías fueron degollados a su vista, y a él le sacó los ojos, encandenándolo con una doble cadena de bronce para llevarlo a Babilonia. (2 Reyes 25, 7)

  • En el año treinta y siete de la deportación de Joaquín, rey de Judá, en el mes decimosegundo, el día veintisiete, Evil-Merodac, rey de Babilonia, el mismo año que comenzó a reinar, tuvo compasión de Joaquín y lo sacó de la cárcel. (2 Reyes 25, 27)

  • éste de Saco, éste de Salum, (1 Crónicas 5, 37)

  • Sacó de la ciudad a todos sus habitantes y los hizo despedazar con sierras, con trillos de dientes de acero y con hoces. Así hizo con todas las ciudades de los amonitas. Luego David regresó con todo su ejército a Jerusalén. (1 Crónicas 20, 3)

  • Y se responderá: «Porque abandonaron a Yavé, el Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de Egipto, y han seguido a otros dioses, se han postrado ante ellos y les han servido; por eso ha traído sobre ellos todo este mal.» (2 Crónicas 7, 22)

  • Sacó entonces Asá plata y oro de los tesoros de la Casa de Yavé y de la casa del rey, y los envió a Ben-Hadad, rey de Aram, que vivía en Damasco, al que dijo: (2 Crónicas 16, 2)

  • Pero Josabá, hija del rey, tomó a Joas, hijo de Ocozías, lo sacó de entre los hijos del rey a quienes estaban matando y los puso a él y a su nodriza en el dormitorio. Josabá, hija del rey Joram, esposa del sacerdote Jovadá y hermana de Ocozías, lo escondió de la vista de Atalía, que no pudo asesinarlo. (2 Crónicas 22, 11)

  • Además, los vasos de oro y plata que Nabucodonosor sacó del templo de Jerusalén y se llevó a Babilonia serán devueltos y llevados al templo de Jerusalén, al lugar donde estaban depositados en la Casa de Dios. (Esdras 6, 5)

  • Ni siquiera cuando se fabricaron un becerro y dijeron: «Este es tu Dios, Israel, que te sacó de Egipto», despreciándote profundamente. (Nehemías 9, 18)

  • pero el ángel le dijo: «Tómalo y no lo dejes escapar.» El joven se apoderó del pez y lo sacó a tierra. (Tobías 6, 4)

  • El joven abrió el pez y sacó la hiel, el corazón y el hígado. Luego cocieron el pez y se lo comieron. Después continuaron su camino hasta cerca de Media. (Tobías 6, 6)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina