Fundar 107 Resultados para: Cayó
Mientras sembraba, parte de la semilla cayó al borde del camino, y vinieron los pájaros y se la comieron. (Marcos 4, 4)
Otra parte cayó en terreno rocoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida porque la tierra era poco profunda; (Marcos 4, 5)
Otra cayó entre las espinas; estas crecieron, la sofocaron, y no dio fruto. (Marcos 4, 7)
Y ellos se lo trajeron. En cuanto vio a Jesús, el espíritu sacudió violentamente al niño, que cayó al suelo y se revolcaba, echando espuma por la boca. (Marcos 9, 20)
«El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrar, una parte de la semilla cayó al borde del camino, donde fue pisoteada y se la comieron los pájaros del cielo. (Lucas 8, 5)
Otra parte cayó sobre las piedras y, al brotar, se secó por falta de humedad. (Lucas 8, 6)
Otra cayó entre las espinas, y estas, brotando al mismo tiempo, la ahogaron. (Lucas 8, 7)
Otra parte cayó en tierra fértil, brotó y produjo fruto al ciento por uno». Y una vez que dijo esto, exclamó: «¡El que tenga oídos para oír, que oiga!». (Lucas 8, 8)
Lo que cayó entre espinas son los que escuchan, pero con las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, se van dejando ahogar poco a poco, y no llegan a madurar. (Lucas 8, 14)
Lo que cayó en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen, y dan fruto gracias a su constancia. (Lucas 8, 15)
Al ver a Jesús, comenzó a gritar, cayó a sus pies y dijo con voz potente: «¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo de Dios, el Altísimo? Te ruego que no me atormentes». (Lucas 8, 28)
Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto. (Lucas 10, 30)