Fundar 19 Resultados para: Ecrón

  • o sea, desde el Sijor, que está sobre la frontera de Egipto, hasta el límite de Ecrón por el norte. Esta región se considera como perteneciente a los cananeos. Allí están los cinco príncipes de los filisteos -el de Gaza, el de Asdod, el de Ascalón, el de Gat y el de Ecrón- y también los avitas, (Josué 13, 3)

  • Después seguía hasta la pendiente de Ecrón, hacia el norte, giraba hacia Sicrón, y cruzando por el monte de Baalá, salía por Iabneel para ir a terminar en el mar. (Josué 15, 11)

  • Ecrón, con las ciudades dependientes y sus poblados, (Josué 15, 45)

  • y a partir de Ecrón, hacia el mar, todas aquellas ciudades que están al lado de Asdod, con sus poblados: (Josué 15, 46)

  • Elón, Timná, Ecrón, (Josué 19, 43)

  • Pero Judá no pudo apoderarse de Gaza y su territorio, ni de Ascalón y su territorio, ni de Ecrón y su territorio. (Jueces 1, 18)

  • Entonces enviaron el Arca de Dios a Ecrón. Pero apenas el Arca llegó a Ecrón, los ecronitas gritaron: "Han trasladado aquí el Arca del Dios de Israel, para hacerme morir a mí y a mi pueblo". (I Samuel 5, 10)

  • Al ver esto, los príncipes de los filisteos regresaron a Ecrón aquel mismo día. (I Samuel 6, 16)

  • Los tumores de oro que los filisteos presentaron como reparación al Señor fueron uno por Asdod, uno por Gaza, uno por Ascalón, uno por Gat y uno por Ecrón. (I Samuel 6, 17)

  • Las ciudades que los filisteos habían tomado a Israel fueron reconquistadas, desde Ecrón hasta Gat, e Israel libró su territorio del poder de los filisteos. También hubo paz entre Israel y los amorreos. (I Samuel 7, 14)

  • Inmediatamente, los hombres de Israel y de Judá lanzaron el grito de guerra y persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Ecrón. Muchos filisteos cayeron heridos de muerte por el camino de Dos Puertas, hasta Gat y Ecrón. (I Samuel 17, 52)

  • Ocozías se cayó por el balcón del piso alto de su casa, en Samaría, y quedó malherido. Entonces envió unos mensajeros con este encargo: "Vayan a consultar a Baal Zebub, el dios de Ecrón, si me repondré de mis heridas". (II Reyes 1, 2)


“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina