Fundar 378 Resultados para: Ejército de Gedeón
Ellos no pueden resistir a un rey ni a un ejército enemigo. (Baruc 6, 55)
Yo oí el ruido de sus alas cuando ellos avanzaban: era como el ruido de aguas torrenciales, como la voz del Todopoderoso, como el estruendo de una multitud o de un ejército acampado. Al detenerse, replegaban sus alas. (Ezequiel 1, 24)
Pero el príncipe se rebeló contra el rey, enviando mensajeros a Egipto a fin de obtener caballos y un ejército numeroso. Ahora bien, ¿prosperará el que ha hecho esto? El que violó el pacto, ¿escapará con vida? (Ezequiel 17, 15)
Y el Faraón no podrá intervenir en favor de él con un gran ejército y tropas numerosas, en el momento del combate, cuando se levanten terraplenes y se construyan empalizadas para exterminar muchas vidas humanas. (Ezequiel 17, 17)
Hombres de Persia, de Lud y de Put servían en tu ejército como guerreros. Ellos colgaban de ti escudos y cascos y realzaban tu esplendor. (Ezequiel 27, 10)
Hombres de Arvad, con tu ejército, defendían tus muros por todas partes, y los gamaditas, apostados en sus torres, colgaban sus escudos alrededor de tus muros, haciendo que tu hermosura fuera perfecta. (Ezequiel 27, 11)
Hijo de hombre, Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha exigido de su ejército un gran esfuerzo contra Tiro. Todas las cabezas han quedado rapadas y todas las espaldas llagadas, pero él no ha logrado de Tiro, ni para sí ni para su ejército, ninguna recompensa por el esfuerzo realizado. (Ezequiel 29, 18)
Por eso, así habla el Señor: Voy a entregar la tierra de Egipto al rey de Babilonia. Él se llevará sus riquezas, saqueará sus despojos y se apoderará del botín, que servirá de recompensa para su ejército. (Ezequiel 29, 19)
El Faraón los verá y se consolará a la vista de toda esa multitud. El Faraón y todo su ejército serán víctimas de la espada -oráculo del Señor-. (Ezequiel 32, 31)
Yo profeticé como él me lo había ordenado, y el espíritu penetró en ellos. Así revivieron y se incorporaron sobre sus pies. Era un ejército inmenso. (Ezequiel 37, 10)
Yo te haré volver, te pondré garfios en las mandíbulas y te haré salir con todo tu ejército: caballos y jinetes, todos ellos perfectamente equipados, una multitud inmensa, todos con escudos y broqueles, y armados cada uno con su espada. (Ezequiel 38, 4)
Vendrás de tu país, de los confines del norte, acompañado de pueblos numerosos, todos montados a caballo, con una enorme multitud y un ejército incontable. (Ezequiel 38, 15)