Fundar 622 Resultados para: Jacob bendice a Faraón

  • Que el Dios de Abraham y el Dios de Najor sea nuestro juez". Entonces Jacob prestó un juramento por el Terror de Isaac. (Génesis 31, 53)

  • mientras que Jacob prosiguió su camino. De pronto, le salieron al paso unos ángeles de Dios. (Génesis 32, 2)

  • Al verlos, Jacob exclamó: "Este es un campamento de Dios". Por eso dio a ese lugar el nombre de Majanaim. (Génesis 32, 3)

  • Después Jacob envió unos mensajeros a su hermano Esaú -que vivía en la región de Seír, en las estepas de Edóm- (Génesis 32, 4)

  • dándoles esta orden: "Digan a mi señor Esaú: Así habla tu servidor Jacob: Fui a pasar un tiempo a la casa de Labán, y me quedé allí hasta ahora. (Génesis 32, 5)

  • Jacob sintió un gran temor y se llenó de angustia. Entonces dividió a la gente que lo acompañaba en dos grupos, y lo mismo hizo con las ovejas, las vacas y los camellos, (Génesis 32, 8)

  • Después de pasar la noche en aquel lugar, Jacob tomó una parte de los bienes que tenía a mano, para enviarlos como obsequio a su hermano Esaú. (Génesis 32, 14)

  • tú le responderás: ‘Todo esto pertenece a tu servidor Jacob: es un regalo que él envía a mi señor Esaú. Detrás de nosotros viene él personalmente’". (Génesis 32, 19)

  • Jacob dio esa misma orden al segundo, y al tercero, y a todos los demás que iban detrás de las manadas diciéndoles: "Cuando se encuentren con mi hermano Esaú, díganle todo esto. (Génesis 32, 20)

  • Y tengan cuidado de añadir: ‘Detrás de nosotros viene tu servidor Jacob personalmente’". Porque pensaba: "Lo aplacaré con los regalos que me preceden y después me presentaré yo; tal vez así me reciba bien". (Génesis 32, 21)

  • Y aquella noche Jacob permaneció en el campamento, mientras sus regalos iban delante de él. (Génesis 32, 22)

  • Aquella noche, Jacob se levantó, tomó a sus dos mujeres, a sus dos sirvientas y a sus once hijos, y cruzó el vado de Iaboc. (Génesis 32, 23)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina