Fundar 321 Resultados para: Profeta Eliseo

  • Estos son los términos de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén al resto de los ancianos que estaban en el exilio, a los sacerdotes, a los profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor había deportado de Jerusalén a Babilonia, (Jeremías 29, 1)

  • "El Señor te ha constituido sacerdote en lugar del sacerdote Iehoiadá, para que vigiles en la Casa del Señor a cualquier exaltado que quiera pasar por profeta, y lo metas en el cepo y en el calabozo. (Jeremías 29, 26)

  • El sacerdote Sofonías leyó esta carta en presencia del profeta Jeremías, (Jeremías 29, 29)

  • En ese entonces, el ejército del rey de Babilonia estaba asediando a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba preso en el patio de la guardia, en la casa del rey de Judá. (Jeremías 32, 2)

  • El profeta Jeremías dijo a Sedecías, rey de Judá, todas estas palabras en Jerusalén. (Jeremías 34, 6)

  • Baruc, hijo de Nerías, hizo exactamente lo que le había ordenado el profeta Jeremías, leyendo en el rollo las palabras del Señor, en la Casa del Señor. (Jeremías 36, 8)

  • Luego el rey ordenó a Ierajmel, hijo del rey, a Seraías, hijo de Azriel, y a Selemías, hijo de Abdel, que apresaran a Baruc, el escriba, y a Jeremías, el profeta. Pero el Señor los mantuvo ocultos. (Jeremías 36, 26)

  • Pero ni él, ni sus servidores, ni el pueblo del país escucharon las palabras que había dicho el Señor por medio del profeta Jeremías. (Jeremías 37, 2)

  • El rey Sedecías envió a Iucal, hijo de Selemías, y al sacerdote Sefanías, hijo de Maasías, para que dijeran al profeta Jeremías: "Ruega por nosotros al Señor, nuestro Dios". (Jeremías 37, 3)

  • La palabra del Señor llegó al profeta Jeremías, en estos términos: (Jeremías 37, 6)

  • Y mientras estaba en la puerta de Benjamín, donde se encontraba un capitán de guardias llamado Jirías, hijo de Selemías, hijo de Ananías, este detuvo al profeta Jeremías, diciendo: "¡Vas a pasarte a los caldeos!". (Jeremías 37, 13)

  • El rey dio esta orden a Ebed Mélec, el cusita: "Toma de aquí a tres hombres contigo, y saca del aljibe a Jeremías, el profeta, antes de que muera". (Jeremías 38, 10)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina