Fundar 321 Resultados para: Profeta Eliseo

  • Y sea que escuchen o se nieguen a hacerlo -porque son un pueblo rebelde- sabrán que hay un profeta en medio de ellos. (Ezequiel 2, 5)

  • vendrá una desgracia sobre otra y una mala noticia tras otra. Implorarán una visión al profeta, le faltará la enseñanza al sacerdote y el consejo a los ancianos. (Ezequiel 7, 26)

  • Por eso, habla con ellos y diles: Así habla el Señor: Si un hombre de Israel que tiene el corazón apegado a sus ídolos y ha puesto delante de sí lo que es ocasión de sus culpas, va y se presenta al profeta, yo mismo, el Señor, me veré obligado a responderle, a causa de la multitud de sus ídolos. (Ezequiel 14, 4)

  • Porque si un hombre de Israel, o un extranjero que reside en Israel, se aleja de mí, erige en su corazón un altar para sus ídolos y pone delante de sí lo que es ocasión de sus culpas, y si luego se presenta al profeta para consultarme, yo mismo, el Señor, me veré obligado a responderle. (Ezequiel 14, 7)

  • Pero si el profeta se deja seducir y pronuncia una palabra, habré sido yo, el Señor, el que sedujo a ese profeta: extenderé mi mano contra él y lo exterminaré de en medio de mi pueblo Israel. (Ezequiel 14, 9)

  • Uno y otro cargarán con esa culpa: el profeta y el que lo consulta serán igualmente culpables. (Ezequiel 14, 10)

  • Pero cuando todo esto suceda -¡y ya está a punto de suceder!- sabrán que había un profeta en medio de ellos. (Ezequiel 33, 33)

  • Ya no hay más en este tiempo, ni jefe, ni profeta, ni príncipe, ni holocausto, ni sacrificio, ni oblación, ni incienso, ni lugar donde ofrecer las primicias, (Daniel 3, 38)

  • el primer año de su reinado, yo, Daniel, investigaba en los Libros el número de años que, según la palabra del Señor al profeta Jeremías, debían cumplirse sobre las ruinas de Jerusalén: eran setenta años. (Daniel 9, 2)

  • Setenta semanas han sido fijadas sobre tu pueblo y tu Ciudad santa, para poner fin a la transgresión, para sellar el pecado, para expiar la iniquidad, para instaurar la justicia eterna, para sellar la visión y al profeta, y para ungir el Santo de los santos. (Daniel 9, 24)

  • En ese momento, el profeta Habacuc, que estaba en Judea, acababa de hacer preparar un guiso y de poner pequeños trozos de pan en una canasta, e iba hacia el campo a llevar su comida a los segadores. (Daniel 14, 33)

  • Tú tropezarás en pleno día; también el profeta tropezará en la noche junto contigo, y yo haré perecer a tu madre. (Oseas 4, 5)


“O Coração de Jesus não deixará cair no vazio a nossa oração se ela for plena de fé e de confiança.” São Padre Pio de Pietrelcina