Fundar 115 Resultados para: Vea

  • ¡Que se descubra tu desnudez y que se vea tu ignominia! Yo me vengaré y nadie se me opondrá, (Isaías 47, 3)

  • compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne. (Isaías 58, 7)

  • Su descendencia será conocida entre las naciones, y sus vástagos, en medio de los pueblos: todos los que los vean, reconocerán que son la estirpe bendecida por el Señor. (Isaías 61, 9)

  • ¡Qué clase de gente son ustedes! Vean lo que dice el Señor: ¿Acaso he sido yo para Israel un desierto o una tierra tenebrosa? ¿Por qué dice mi pueblo: "Somos libres, ya no acudiremos a ti"? (Jeremías 2, 31)

  • Vayan a mi lugar santo de Silo, donde yo hice habitar mi Nombre en otro tiempo, y vean lo que hice con él a causa de la maldad de mi pueblo Israel. (Jeremías 7, 12)

  • Señor de los ejércitos, que juzgas con justicia, que sondeas las entrañas y los corazones, ¡que yo vea tu venganza contra ellos, porque a ti he confiado mi causa! (Jeremías 11, 20)

  • yo, a mi vez, te alzaré las faldas hasta el rostro para que se vea tu vergüenza. (Jeremías 13, 26)

  • Señor de los ejércitos, que examinas al justo, que ves las entrañas y el corazón, ¡que yo vea tu venganza sobre ellos!, porque a ti he encomendado mi causa. (Jeremías 20, 12)

  • ¿Puede un hombre esconderse en un lugar secreto sin que yo lo vea? -oráculo del Señor- . ¿Acaso no lleno el cielo y la tierra? -oráculo del Señor-. (Jeremías 23, 24)

  • Averigüen y vean si puede un varón dar a luz. ¿Por qué, entonces, veo a todos los hombres con las manos en las caderas como una parturienta? ¿Por qué todos los rostros se han puesto lívidos? (Jeremías 30, 6)

  • ¡Afilen las flechas, provéanse de escudos! El Señor despertó el espíritu del rey de los Medos, porque tiene pensado destruirla. ¡Sí, esta es la venganza de nuestro Dios, la venganza de su Templo! (Jeremías 51, 11)

  • Los encargados de recorrer el país pasarán, y cuando alguno vea huesos humanos, pondrá una señal al lado de ellos, hasta que los sepultureros los entierren en el valle de Hamón Gog (Ezequiel 39, 15)


“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina