Fundar 382 Resultados para: amor al prójimo

  • No tendrás relaciones con la mujer de tu prójimo, haciéndote impuro con ella. (Levítico 18, 20)

  • No oprimirás a tu prójimo ni lo despojarás; y no retendrás hasta la mañana siguiente el salario del jornalero. (Levítico 19, 13)

  • No cometerás ninguna injusticia en los juicios. No favorecerás arbitrariamente al pobre ni te mostrarás complaciente con el rico: juzgarás a tu prójimo con justicia. (Levítico 19, 15)

  • No difamarás a tus compatriotas, ni pondrás en peligro la vida de tu prójimo. Yo soy el señor. (Levítico 19, 16)

  • No serás vengativo con tus compatriotas ni les guardarás rencor. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor. (Levítico 19, 18)

  • Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, los dos serán castigados con la muerte. (Levítico 20, 10)

  • Si alguien lesiona a su prójimo, lo mismo que él hizo se le hará a él: (Levítico 24, 19)

  • Por amor a tus padres, y porque eligió a la descendencia que nacería de ellos, el Señor te hizo salir de Egipto con su presencia y su gran poder; (Deuteronomio 4, 37)

  • No darás falso testimonio contra tu prójimo. (Deuteronomio 5, 20)

  • No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás su casa, su campo, su esclavo, su esclava, su buey, su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca. (Deuteronomio 5, 21)

  • Pero por el amor que les tiene, y para cumplir el juramento que hizo a tus padres, el Señor los hizo salir de Egipto con mano poderosa, y los libró de la esclavitud y del poder del Faraón, rey de Egipto. (Deuteronomio 7, 8)

  • Sin embargo, sólo con tus padres se unió con lazos de amor, y después de ellos los eligió a ustedes, que son su descendencia, prefiriéndolos a todos los demás pueblos. (Deuteronomio 10, 15)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina