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Estos, al ver el ejército que se les venía encima, dijeron a Judas: "¿Cómo, siendo tan pocos, podremos combatir con una multitud tan poderosa? Además, estamos extenuados porque hoy no hemos comido nada en todo el día". (I Macabeos 3, 17)
Entonces exclamé: ¡Señor, yo nunca he incurrido en impureza! Desde mi infancia hasta el presente, jamás he comido un animal encontrado muerto o despedazado, ni ha entrado carne impura en mi boca. (Ezequiel 4, 14)
Daniel se puso a reír y le dijo: "No te engañes, rey, por dentro es de arcilla y por fuera de bronce, y no ha comido ni bebido jamás". (Daniel 14, 7)
y los sacerdotes de Bel le dijeron: "Nosotros vamos a salir de aquí y tú, rey, vas a servir la comida y a ofrecer el vino aromatizado; luego cierra la puerta y séllala con tu anillo. Cuando vengas mañana por la mañana, si no compruebas que Bel se lo ha comido todo, moriremos nosotros; si no, morirá Daniel, que ha mentido contra nosotros". (Daniel 14, 11)
Ustedes han arado la maldad, han cosechado la injusticia, han comido el fruto de la mentira. Porque has confiado en tu poderío, en la multitud de tus guerreros, (Oseas 10, 13)
Ustedes han sembrado mucho, pero han cosechado poco; han comido, pero no se han saciado; han bebido, pero no han apagado su sed; se han vestido, pero no se han abrigado; y el asalariado ha puesto su jornal en saco roto. (Ageo 1, 6)
Entonces comenzarán a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas". (Lucas 13, 26)
¿No le dirá más bien: "Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después"? (Lucas 17, 8)
Mientras tanto, unas barcas de Tiberíades atracaron cerca del lugar donde habían comido el pan, después que el Señor pronunció la acción de gracias. (Juan 6, 23)
Jesús les respondió: «Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. (Juan 6, 26)
Pero Pedro respondió: «De ninguna manera, Señor, yo nunca he comido nada manchado ni impuro». (Hechos 10, 14)
"De ninguna manera, Señor, respondí, yo nunca he comido nada manchado ni impuro". (Hechos 11, 8)