Fundar 340 Resultados para: desierto

  • Cuando Saúl volvió de perseguir a los filisteos, le dieron esta noticia: "David está en el desierto de Engadí". (I Samuel 24, 2)

  • Mientras tanto, murió Samuel. Todo Israel se reunió y estuvo de duelo por él, y lo sepultaron en su casa, en Ramá. David, por su parte, bajó al desierto de Parán. (I Samuel 25, 1)

  • David oyó en el desierto que Nabal estaba esquilando su rebaño, (I Samuel 25, 4)

  • Uno de sus servidores le avisó a Abigail, la esposa de Nabal: "Mira que David envió a unos emisarios desde el desierto, para saludar a nuestro patrón, y él se abalanzó sobre ellos. (I Samuel 25, 14)

  • Entre tanto, David pensaba: "En vano he protegido todo lo que este tenía en el desierto, sin que se le perdiera ninguno de sus bienes. Él me ha devuelto mal por bien. (I Samuel 25, 21)

  • Entonces Saúl bajó al desierto de Zif con tres mil hombres, lo más selecto de Israel, para buscar a David en el desierto. (I Samuel 26, 2)

  • Saúl acampó junto al camino, en la colina de Jaquilá, que está frente a la estepa, y David estaba en el desierto. Al advertir que Saúl venía a perseguirlo en el desierto, (I Samuel 26, 3)

  • Todo el mundo lloraba a gritos, mientras el pueblo iba avanzando. El rey permanecía de pie en el torrente Cedrón, y todo el pueblo desfilaba ante él en dirección al desierto. (II Samuel 15, 23)

  • Yo me voy a demorar en los pasos del desierto, hasta que reciba noticias de ustedes". (II Samuel 15, 28)

  • El rey dijo a Sibá: "¿Qué vas a hacer con eso?". Sibá respondió: "Los asnos servirán de cabalgadura a la familia del rey; el pan y la fruta son para que coman los jóvenes, y el vino, para que beban los que desfallezcan en el desierto". (II Samuel 16, 2)

  • Manden ahora mismo a informar a David: ‘No te quedes esta noche en los pasos del desierto. Cruza más bien al otro lado, no vaya a suceder que sean aniquilados el rey y todo el pueblo que lo acompaña’". (II Samuel 17, 16)

  • miel, leche cuajada y queso de oveja y de vaca, y se los presentaron a David y a la gente que estaba con él, para que comieran. Porque decían: "La gente está hambrienta, cansada y sedienta de tanto caminar por el desierto". (II Samuel 17, 29)


“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina