Fundar 11 Resultados para: engañado

  • Labán dijo entonces a Jacob: "¿Qué has hecho? ¡Me has engañado y te has llevado a mis hijas como prisioneras de guerra! (Génesis 31, 26)

  • ¿Por qué has huido ocultamente y me has engañado? Si me hubieras avisado, yo te habría despedido con una fiesta, con cantos y con música de tambores y liras. (Génesis 31, 27)

  • Si una persona peca y defrauda al Señor, por haber engañado a su prójimo respecto de un objeto que le fue confiado en depósito o puesto bajo su cuidado, o bien, por haber estafado a su prójimo o haberlo violentado; (Levítico 5, 21)

  • Josué hizo comparecer a los gabaonitas y les dijo: "¿Por qué ustedes nos han engañado asegurando que vivían muy lejos de nosotros, cuando en realidad viven aquí, en las inmediaciones? (Josué 9, 22)

  • Entonces Dalila dijo a Sansón: "Me has engañado y no me has dicho más que mentiras. Ahora dime con qué habría que atarte". (Jueces 16, 10)

  • Entonces ella le dijo: "¿Cómo puedes decir que me quieres, si tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces y no me has revelado de dónde sacas tanta fuerza". (Jueces 16, 15)

  • La mujer vio a Samuel y lanzó un fuerte grito. Luego dijo a Saúl: "¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!". (I Samuel 28, 12)

  • ¡Él se alimenta de ceniza, su corazón engañado lo extravía! Ya no puede librarse ni decir: "¿No es una mentira lo que tengo en mi mano?". (Isaías 44, 20)

  • Yo dije: "¡Ah, Señor, realmente has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: ‘Ustedes tendrán paz’, y ahora estamos con la espada a la garganta!". (Jeremías 4, 10)

  • Te han expulsado hasta las fronteras, todos tus aliados te han engañado; tus amigos te han derrotado, los que compartían tu pan tendieron un lazo bajo tus pies: "¡Ya no hay más inteligencia en él!". (Abdías 1, 7)

  • Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. (Mateo 2, 16)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina