Fundar 171 Resultados para: holocausto

  • También se ofrecerá un chivo como sacrificio por el pecado. Todo esto, además de la víctima por el pecado ofrecida en la fiesta de la Expiación, del holocausto perpetuo, de su oblación y de sus correspondientes libaciones. (Números 29, 11)

  • Ofrecerán como holocausto de aroma agradable al Señor trece novillos, dos carneros y catorce corderos de un año y sin defecto, (Números 29, 13)

  • También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 16)

  • También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto perpetuo, de su oblación y sus libaciones. (Números 29, 19)

  • También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 22)

  • También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 25)

  • También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 28)

  • También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 31)

  • También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 34)

  • Ofrecerán como holocausto, como ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor, un novillo, un carnero y siete corderos de un año y sin defecto, (Números 29, 36)

  • También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado, además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 38)

  • Allí harás el holocausto de la carne y de la sangre sobre el altar del Señor, tu Dios. En cuanto a tus sacrificios, la sangre será derramada sobre el altar del Señor, tu Dios, y tú comerás la carne. (Deuteronomio 12, 27)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina