Fundar 1313 Resultados para: honrar padre y madre

  • Iocsán fue padre de Sebá y Dedán. Los descendientes de Dedán fueron los asuritas, los letusíes y los leumíes. (Génesis 25, 3)

  • Esta es la descendencia de Isaac, el hijo de Abraham. Abraham fue padre de Isaac, (Génesis 25, 19)

  • Ahora residirás por un tiempo en este país extranjero, pero yo estaré contigo y te bendeciré. Porque te daré todas estas tierras, a ti y a tu descendencia, para cumplir el juramento que hice a tu padre Abraham. (Génesis 26, 3)

  • Los filisteos taparon y llenaron de tierra todos los pozos, que en tiempos de Abraham habían cavado los servidores de su padre. (Génesis 26, 15)

  • En seguida abrió de nuevo los pozos que habían sido cavados en tiempos de su padre, y que los filisteos habían tapado después de la muerte de Abraham, y los llamó con los mismos nombres que les había dado su padre. (Génesis 26, 18)

  • y esa misma noche el Señor se le apareció para decirle: "Yo soy el Dios de Abraham, tu padre: no temas, porque estoy contigo. Yo te bendeciré y multiplicaré tu descendencia, por amor a mi servidor Abraham". (Génesis 26, 24)

  • Rebeca había estado escuchando cuando Isaac hablaba con su hijo Esaú. Y apenas este se fue al campo a cazar un animal para su padre, (Génesis 27, 5)

  • Rebeca dijo a Jacob: "Acabo de oír que tu padre le decía a tu hermano Esaú: (Génesis 27, 6)

  • Ve al corral y tráeme de allí dos cabritos bien cebados. Yo prepararé con ellos una buena comida para tu padre, de esas que le agradan a él, (Génesis 27, 9)

  • Pero Jacob respondió a su madre Rebeca: "Mira que mi hermano Esaú es velludo y yo soy lampiño. (Génesis 27, 11)

  • Si mi padre me llega a tocar, pensará que me estoy burlando de él, y entonces atraeré sobre mí una maldición, y no una bendición". (Génesis 27, 12)

  • "Que esa maldición caiga sobre mí, hijo mío", le respondió su madre. "Tú obedéceme, y tráeme los cabritos". (Génesis 27, 13)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina