Fundar 25 Resultados para: promesas divinas

  • Ni una sola de las admirables promesas que el Señor había hecho a los israelitas cayó en el vacío: todas se cumplieron. (Josué 21, 45)

  • Ya estoy a punto de irme por el camino que les toca recorrer a todos. Reconozcan entonces con todo su corazón y con toda su alma, que ni una sola de todas esas admirables promesas que les hizo el Señor, ha caído en el vacío: todas se han cumplido, y no falló ni una sola. (Josué 23, 14)

  • Pero así como se han cumplido todas las admirables promesas que les hizo el Señor, su Dios, también él atraerá sobre ustedes todas las amenazas, hasta exterminarlos de esta hermosa tierra que les dio el Señor, su Dios. (Josué 23, 15)

  • "¡Bendito sea el Señor, que ha dado a su pueblo el descanso, conforme a todo lo que había dicho! No ha caído por tierra ninguna de las promesas que él hizo por medio de su servidor Moisés. (I Reyes 8, 56)

  • Las promesas del Señor son sinceras como plata purificada en el crisol, depurada siete veces. (Salmos 12, 7)

  • ¡Montañas divinas, montañas de Basán, montañas escarpadas, montañas de Basán! (Salmos 68, 16)

  • Pero luego faltó a sus promesas y se distanció de Jonatán, no correspondiendo a los servicios que le había prestado y ocasionándole grandes sufrimientos. (I Macabeos 11, 53)

  • Porque no se violan en vano las leyes divinas: así lo va a demostrar la etapa siguiente. (II Macabeos 4, 17)

  • ¡con cuántas más precauciones habrás juzgado a tus hijos, tú que con juramentos y alianzas, hiciste a sus padres tan magníficas promesas! (Sabiduría 12, 21)

  • Hay quien por timidez hace promesas a un amigo y se gana un enemigo inútilmente. (Eclesiástico 20, 23)

  • El año treinta, el día quinto del cuarto mes, mientras me encontraba en medio de los deportados, a orillas del río Quebar, se abrió el cielo y tuve visiones divinas. (Ezequiel 1, 1)

  • Que Dios lo ha resucitado de entre los muertos y que no habrá de someterse a la corrupción, es lo que el mismo Dios ha declarado diciendo: Cumpliré las santas promesas hechas a David, aquellas que no pueden fallar. (Hechos 13, 34)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina