Fundar 63 Resultados para: propiedad

  • Si tu hermano queda en la miseria y se ve obligado a vender una parte de su propiedad, su pariente más cercano vendrá a ejercer el derecho de rescate sobre lo que ha vendido su hermano. (Levítico 25, 25)

  • calculará los años transcurridos desde la venta, devolverá la diferencia al comprador, y así podrá regresar a su propiedad. (Levítico 25, 27)

  • Si carece de medios suficientes para recuperarla, lo vendido permanecerá en poder del comprador hasta el año del jubileo, pero en el año jubilar quedará libre, y el vendedor regresará a su propiedad. (Levítico 25, 28)

  • En cuanto a las ciudades de los levitas, estos tendrán siempre derecho de rescate sobre las casas que están en las ciudades de su propiedad. (Levítico 25, 32)

  • Y si alguno de los levitas no la rescata, la casa que él vendió -y que es su propiedad- quedará libre en el jubileo, porque las casas de las ciudades de los levitas son de su propiedad entre los israelitas. (Levítico 25, 33)

  • En cambio, los campos que rodean sus ciudades no podrán ser vendidos, porque son su propiedad para siempre. (Levítico 25, 34)

  • Entonces quedará en libertad junto con sus hijos, volverá a su familia y regresará a la propiedad de sus padres. (Levítico 25, 41)

  • También podrán adquirirlos entre los hijos y familiares de los extranjeros que residan entre ustedes, entre aquellos que hayan nacido en Israel. Ellos serán propiedad de ustedes, (Levítico 25, 45)

  • y podrán dejarlos como herencia a sus hijos, para que los posean como propiedad perpetua. A estos podrán tenerlos como esclavos; pero nadie podrá ejercer un poder despótico sobre sus hermanos israelitas. (Levítico 25, 46)

  • Si un hombre consagra al Señor algún terreno de su propiedad, este será tasado según la cantidad de semilla que se pueda sembrar en él: cincuenta siclos de plata por cada cuatrocientos kilos de semilla de cebada. (Levítico 27, 16)

  • cuando quede libre en el año jubilar, será consagrado al Señor como si fuera un terreno interdicto, y pasará a ser propiedad del sacerdote. (Levítico 27, 21)

  • Si alguien consagra al Señor un campo que compró, pero que no es terreno de su propiedad, (Levítico 27, 22)


Jesus lhe quer bem, da maneira que só Ele sabe amar.” São Padre Pio de Pietrelcina