Fundar 479 Resultados para: segundo libro de Samuel

  • Y cuando hayas acabado de leer este libro, lo atarás a una piedra y lo arrojarás en medio del Éufrates. (Jeremías 51, 63)

  • El comandante de la guardia apresó a Seraías, el sumo sacerdote, a Sefanías, el segundo sacerdote, y a los tres guardianes del umbral. (Jeremías 52, 24)

  • Lean este libro, que nosotros les enviamos para que se haga confesión de los pecados en la Casa del Señor, en el día de la Fiesta y en los días de la Asamblea. (Baruc 1, 14)

  • La Sabiduría es el libro de los preceptos de Dios, y la Ley que subsiste eternamente: los que la retienen, alcanzarán la vida, pero los que la abandonan, morirán. (Baruc 4, 1)

  • Yo miré y vi una mano extendida hacia mí, y en ella había un libro enrollado. (Ezequiel 2, 9)

  • Después me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu vientre y llena tus entrañas con este libro que yo te doy. Yo lo comí y era en mi boca dulce como la miel. (Ezequiel 3, 3)

  • Cada uno de ellos tenía cuatro rostros: el primero era un rostro de querubín, el segundo, un rostro de hombre, el tercero, un rostro de león y el cuarto, un rostro de águila. (Ezequiel 10, 14)

  • Mi mano se alzará contra los profetas que tienen visiones ilusorias y hacen predicciones engañosas: ellos no participarán en el consejo de mi pueblo, no serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni entrarán en la tierra de Israel. Así ustedes sabrán que yo soy el Señor. (Ezequiel 13, 9)

  • El segundo día, ofrecerás un chivo sin defecto como sacrificio por el pecado y se quitará el pecado del altar, como se había hecho con el ternero. (Ezequiel 43, 22)

  • El segundo año del reinado de Nabucodonosor, este tuvo unos sueños, y su espíritu quedó tan perturbado que no pudo seguir durmiendo. (Daniel 2, 1)

  • Luego vi otro animal, el segundo, semejante a un oso; él estaba medio erguido y tenía tres costillas en su boca, entre sus dientes. Y le hablaban así: "¡Levántate, devora carne en abundancia!". (Daniel 7, 5)

  • Pero yo te voy a indicar lo que está consignado en el Libro de la Verdad. No hay nadie para fortalecerme contra ellos, fuera de Miguel, el Príncipe de ustedes. (Daniel 10, 21)


“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina