Fundar 24 Resultados para: tranquilo

  • No, yo aplaco y modero mis deseos: como un niño tranquilo en brazos de su madre, así está mi alma dentro de mí. (Salmos 131, 2)

  • pero el que me escucha vivirá seguro y estará tranquilo, sin temer ningún mal". (Proverbios 1, 33)

  • no ha visto ni conocido el sol, pero descansa más tranquilo que aquel. (Eclesiastés 6, 5)

  • No hables demasiado con un insensato ni vayas con el que no tiene inteligencia; cuídate de él, para no tener molestias y no salpicarte cuando él se sacuda; apártate de él: estarás tranquilo y su estupidez no te fastidiará. (Eclesiástico 22, 13)

  • ¡Muerte, qué amargo es tu recuerdopara el que vive tranquilo en medio de sus bienes, para el hombre despreocupado, a quien todo le va bien y aún tiene vigor para disfrutar de la vida! (Eclesiástico 41, 1)

  • ¡Y tú no temas, servidor mío Jacob, -oráculo del Señor- no te espantes, Israel! Porque yo te salvaré de un país lejano, y a tu descendencia, del país de su cautiverio. Jacob volverá y vivirá en calma, tranquilo y sin que nadie lo perturbe. (Jeremías 30, 10)

  • Todos los jefes, en efecto, fueron a ver a Jeremías y lo interrogaron. Pero él les informó ateniéndose a lo que le había ordenado el rey, y ellos lo dejaron tranquilo, porque nadie había oído la conversación. (Jeremías 38, 27)

  • ¡Y tú no temas, servidor mío Jacob, no te espantes, Israel! Porque yo te salvaré de un país lejano, y a tu descendencia, del país de su cautiverio. Jacob volverá y vivirá en calma, tranquilo y sin que nadie lo perturbe. (Jeremías 46, 27)

  • Moab vivió tranquilo desde su juventud, él reposaba sobre sus heces; no lo trasvasaban de vasija en vasija -no había ido al destierro-. Así se conservó su sabor y no se alteró su aroma. (Jeremías 48, 11)

  • Así se apaciguará mi furor contra ti y mis celos se apartarán de ti, quedaré tranquilo y no me irritaré más. (Ezequiel 16, 42)

  • Yo, Nabucodonosor, estaba tranquilo en mi casa y floreciente en mi palacio, (Daniel 4, 1)

  • Al oírlo, se conmovieron mis entrañas, ante el fragor, balbucean mis labios; la caries penetra en mis huesos y debajo de mí tiemblan mis pasos. Espero tranquilo el día de la angustia, que le sobrevendrá al pueblo que nos ataca. (Habacuc 3, 16)


“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina