Fundar 96 Resultados para: Grito

  • Cuando ella iba a traérsela, le gritó: «Tráeme, por favor, un bocado de pan en tu mano.» (I Reyes 17, 11)

  • Cuando los jefes de los carros vieron a Josafat, dijeron: «Seguro que es el rey de Israel.» Y le rodearon para cargar sobre él. Pero Josafat gritó. (I Reyes 22, 32)

  • A la caída del sol se corrió un grito por el campamento: «Cada uno a su ciudad, cada uno a su tierra. (I Reyes 22, 36)

  • Estaba uno derribando una viga cuando el hierro se cayó al agua y gritó diciendo: «¡Ay, mi señor, que era prestado!» (II Reyes 6, 5)

  • Cuando vio al rey de pie junto a la columna, según la costumbre, y a los jefes y las trompetas junto al rey, y a todo el pueblo de la tierra lleno de alegría y tocando las trompetas, rasgó Atalía sus vestidos y gritó: « ¡Traición, traición!» (II Reyes 11, 14)

  • Se puso en pie el copero mayor y gritó con gran voz, en lenguá de Judá, diciendo: «Escuchad la palabra del gran rey, del rey de Asiria. (II Reyes 18, 28)

  • He aquí que con nosotros, a nuestra cabeza, está Dios con sus sacerdotes y las trompetas del clamor, para lanzar el grito de guerra contra vosotros. Israelitas, no hagáis la guerra contra Yahveh, el Dios de vuestros padres, porque nada conseguiréis.» (II Crónicas 13, 12)

  • Entonces clamaron a Yahveh y, mientras los sacerdotes tocaban las trompetas, los hombres de Judá lanzaron el grito de guerra; y al alzar el grito de guerra los hombres de Judá, desbarató Dios a Jeroboam y a todo Israel delante de Abías y de Judá. (II Crónicas 13, 15)

  • Cuando los jefes de los carros vieron a Josafat, dijeron: «Seguro que es el rey de Israel», y le rodearon para cargar sobre él. Pero Josafat gritó y Yahveh le socorrió, alejándolos Dios de él. (II Crónicas 18, 31)

  • miró, y vio al rey en pie junto a la columna, a la entrada, y a los jefes y las trompetas junto al rey, a todo el pueblo de la tierra, lleno de alegría, que tocaba las trompetas, y a los cantores que, con instrumentos de música, dirigían los cánticos de alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos y gritó: «¡Traición, traición!» (II Crónicas 23, 13)

  • Bajó el muchacho al río a lavarse los pies, cuando saltó del agua un gran pez que quería devorar el pie del muchacho. Este gritó (Tobías 6, 3)

  • Judit gritó desde lejos a los centinelas de las puertas: «¡Abrid, abrid la puerta! El Señor, nuestro Dios, está con nosotros para hacer todavía hazañas en Israel y mostrar su poder contra nuestros enemigos, como lo ha hecho hoy mismo.» (Judit 13, 11)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina