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  • y dijo: «Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y a dónde vas?» Contestó ella: «Voy huyendo de la presencia de mi señora Saray.» (Génesis 16, 8)

  • Entonces ella le asió de la ropa diciéndole: «Acuéstate conmigo.» Pero él, dejándole su ropa en la mano, salió huyendo afuera. (Génesis 39, 12)

  • y al oírme levantar la voz y gritar, ha dejado su vestido a mi lado y ha salido huyendo afuera.» (Génesis 39, 15)

  • a las que pudiera huir el homicida que hubiera matado a su prójimo sin querer, sin haberle odiado anteriormente, y huyendo a una de estas ciudades, salvara su vida. (Deuteronomio 4, 42)

  • Este es el caso del homicida que puede salvar su vida huyendo allá. El que mate a su prójimo sin querer, sin haberle odiado antes (Deuteronomio 19, 4)

  • No entregarás a su amo el esclavo que se haya acogido a ti huyendo de él. (Deuteronomio 23, 16)

  • Cuando los hombres de Ay volvieron la vista atrás y vieron la humareda que subía de la ciudad hacia el cielo, no tuvieron fuerza para huir por un lado o por otro. El pueblo que iba huyendo hacia el desierto se volvió contra los perseguidores. (Josué 8, 20)

  • David le dijo: «¿De dónde vienes?» Le respondió: «Vengo huyendo del campamento de Israel.» (II Samuel 1, 3)

  • Lo supo Jeroboam, hijo de Nebat, que estaba todavía en Egipto, adonde había ido huyendo del rey Salomón y se volvió Jeroboam de Egipto. (I Reyes 12, 2)

  • Este estaba con David en Pas Dammim, donde los filisteos se habían concentrado para la batalla. Había allí una parcela toda de cebada, y el pueblo estaba ya huyendo delante de los filisteos, (I Crónicas 11, 13)

  • Apenas lo supo Jeroboam, hijo de Nebat, que estaba todavía en Egipto, adonde había ido huyendo del rey Salomón, volvió de Egipto, (II Crónicas 10, 2)

  • Enterré igualmente a los que mató Senaquerib (cuando vino huyendo de Judea después del escarmiento que hizo contra él el Rey del Cielo, a causa de sus blasfemias. Senaquerib, en su cólera, mandó matar a muchos israelitas); y yo sustraje sus cuerpos y los enterré. Senaquerib los buscó sin encontrarlos. (Tobías 1, 18)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina