Fundar 24 Resultados para: Proceder

  • Mas en los profetas de Jerusalén he observado una monstruosidad: fornicar y proceder con falsía, dándose la mano con los malhechores, sin volverse cada cual de su malicia. Se me han vuelto todos ellos cual Sodoma, y los habitantes de la ciudad, cual Gomorra. (Jeremías 23, 14)

  • Y vosotros decís: «No es justo el proceder del Señor.» Escuchad, casa de Israel: ¿Que no es justo mi proceder? ¿No es más bien vuestro proceder el que no es justo? (Ezequiel 18, 25)

  • Y sin embargo la casa de Israel dice: «No es justo el proceder del Señor.» ¿Que mi proceder no es justo, casa de Israel? ¿No es más bien vuestro proceder el que no es justo? (Ezequiel 18, 29)

  • Yo os juzgaré, pues, a cada uno según su proceder, casa de Israel, oráculo del Señor Yahveh. Convertíos y apartaos de todos vuestros crímenes; no haya para vosotros más ocasión de culpa. (Ezequiel 18, 30)

  • Y los hijos de tu pueblo dicen: «No es justo el proceder del Señor.» El proceder de ellos es el que no es justo. (Ezequiel 33, 17)

  • Y vosotros decís: «No es justo el proceder del Señor.» Yo os juzgaré, a cada uno según su conducta, casa de Israel. (Ezequiel 33, 20)

  • ¿Es acaso maldita la casa de Jacob? ¿Se ha cortado el soplo de Yahveh? ¿Es ése su proceder? ¿Es que no favorecen sus palabras a su pueblo Israel?» (Miqueas 2, 7)

  • que no había asentido al consejo y proceder de los demás. Era de Arimatea, ciudad de Judea, y esperaba el Reino de Dios. (Lucas 23, 51)

  • Realmente, mi proceder no lo comprendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco. (Romanos 7, 15)

  • en los cuales vivisteis en otro tiempo según el proceder de este mundo, según el Príncipe del imperio del aire, el Espíritu que actúa en los rebeldes... (Efesios 2, 2)

  • Rogad por nosotros, pues estamos seguros de tener recta conciencia, deseosos de proceder en todo con rectitud. (Hebreos 13, 18)

  • Tienes en cambio a tu favor que detestas el proceder de los nicolaítas, que yo también detesto. (Apocalipsis 2, 6)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina