Fundar 46 Resultados para: Rocío

  • Como rugido de león la indignación del rey, su favor, como rocío sobre la hierba. (Proverbios 19, 12)

  • Yo dormía, pero mi corazón velaba. ¡La voz de mi amado que llama!: «¡Abreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, mi perfecta! Que mi cabeza está cubierta de rocío y mis bucles del relente de la noche.» (Cantar 5, 2)

  • Como lo que basta a inclinar una balanza, es el mundo entero en tu presencia, como la gota de rocío que a la mañana baja sobre la tierra. (Sabiduría 11, 22)

  • ¿No aplaca el rocío el viento ardiente? Así vale más la palabra que el regalo. (Eclesiástico 18, 16)

  • Como remedio de todo llega presto la niebla, el rocío, después del viento ardiente, devuelve la alegría. (Eclesiástico 43, 22)

  • que así me ha dicho Yahveh: Estaré quedo y observaré desde mi puesto, como calor ardiente al brillar la luz, como nube de rocío en el calor de la siega. (Isaías 18, 4)

  • Revivirán tus muertos, tus cadáveres resurgirán, despertarán y darán gritos de júbilo los moradores del polvo; porque rocío luminoso es tu rocío, y la tierra echará de su seno las sombras. (Isaías 26, 19)

  • Destilad, cielos, como rocío de lo alto, derramad, nubes, la victoria. Abrase la tierra y produzca salvación, y germine juntamente la justicia. Yo, Yahveh, lo he creado. (Isaías 45, 8)

  • y les sopló, en medio del horno, como un frescor de brisa y de rocío, de suerte que el fuego nos los tocó siquiera ni les causó dolor ni molestia. (Daniel 3, 50)

  • Lluvia toda y rocío, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente. (Daniel 3, 64)

  • Pero dejad en tierra tocón y raíces con ataduras de hierro y bronce, entre la hierba del campo. Sea bañado del rocío del cielo y comparta con las bestias la hierba de la tierra. (Daniel 4, 12)

  • «En cuanto a lo que ha visto el rey: un Vigilante, un santo que bajaba del cielo y decía: "Abatid el árbol, destruidlo, pero el tocón y sus raíces dejadlos en tierra, con ataduras de hierro y bronce, entre la hierba del campo, y sea bañado del rocío del cielo y comparta la suerte con las bestias del campo hasta que hayan pasado por él siete tiempos", (Daniel 4, 20)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina