Fundar 1756 Resultados para: casa

  • Dijo, pues, Moisés al pueblo: «Acordaos de este día en que salisteis de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Yahveh os ha sacado de aquí con mano fuerte; y no comáis pan fermentado. (Exodo 13, 3)

  • Se comerán ázimos durante siete días, y no se verá pan fermentado en tu casa, ni levadura en tu casa, en todo tu territorio. (Exodo 13, 7)

  • Y cuando el día de mañana te pregunte tu hijo: "¿Qué significa esto?", le dirás: "Con mano fuerte nos sacó Yahveh de Egipto, de la casa de servidumbre." (Exodo 13, 14)

  • La casa de Israel lo llamó maná. Era como semilla de cilantro, blanco, y con sabor a torta de miel. (Exodo 16, 31)

  • Moisés subió hacia Dios. Yahveh le llamó desde el monte, y le dijo: «Así dirás a la casa de Jacob y esto anunciarás a los hijos de Israel: (Exodo 19, 3)

  • «Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre. (Exodo 20, 2)

  • No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.» (Exodo 20, 17)

  • Cuando un hombre dé a otro dinero o utensilios en depósito para que se lo guarde, y son robados de la casa de éste, el ladrón, si es hallado, restituirá el doble. (Exodo 22, 6)

  • Pero si no es hallado, el dueño de la casa se presentará ante Dios para declarar que no ha puesto su mano sobre los bienes de su prójimo. (Exodo 22, 7)

  • Llevarás a la Casa de Yahveh, tu Dios, las mejores primicias de tu suelo. No cocerás el cabrito en la leche de su madre. (Exodo 23, 19)

  • Llevarás a la casa de Yahveh, tu Dios, lo mejor de las primicias de los frutos de tu suelo. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.» (Exodo 34, 26)

  • Porque durante el día la Nube de Yahveh estaba sobre la Morada y durante la noche había fuego a la vista de toda la casa de Israel. Así sucedía en todas sus marchas. (Exodo 40, 38)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina