Fundar 194 Resultados para: ornamentos del templo

  • Este otro, al darse cuenta de que aquel hombre le había vencido con nobleza, se presentó en el más grande y santo Templo en el momento en que los sacerdotes ofrecían los sacrificios rituales y les exigió que le entregaran a aquel hombre. (II Macabeos 14, 31)

  • Entonces él extendiendo la diestra hacia el santuario, hizo este juramento: «Si no me entregáis encadenado a Judas, arrasaré este recinto sagrado de Dios, destruiré el altar, y aquí mismo levantaré un espléndido Templo a Dióniso.» (II Macabeos 14, 33)

  • Animados por estas bellísimas palabras de Judas, capaces de estimular al valor y de robustecer las almas jóvenes, decidieron no resguardarse en la defensa, sino lanzarse valerosamente a la ofensiva y que, en un cuerpo a cuerpo, la fortuna decidiera, porque peligraban la ciudad, la religión y el Templo. (II Macabeos 15, 17)

  • En verdad que el cuidado por sus mujeres e hijos, por sus hermanos y parientes quedaba en segundo término; el primero y principal era por el Templo consagrado. (II Macabeos 15, 18)

  • Le puso alrededor granadas, y campanillas de oro, bien de ellas todo en torno, para que tintinearan al andar y resonaran bien por todo el Templo, como memorial para los hijos de su pueblo; (Eclesiástico 45, 9)

  • así como Josué hijo de Josedec! Ellos en sus días construyeron la Casa y levantaron el Templo consagrado al Señor, destinado a una gloria eterna. (Eclesiástico 49, 12)

  • El echó los cimientos de la altura doble, del alto contrafuerte de la cerca del Templo. (Eclesiástico 50, 2)

  • como el sol que brilla sobre el Templo del Altísimo, como el arco iris que ilumina las nubes de gloria, (Eclesiástico 50, 7)

  • Cuando se ponía la vestidura de gala y se vestía sus elegantes ornamentos, al subir al santo altar, llenaba de gloria el recinto del santuario. (Eclesiástico 50, 11)

  • a la puerta delante del templo la pedí, y hasta mi último día la andaré buscando. (Eclesiástico 51, 14)

  • El año de la muerte del rey Ozías vi al Señor sentado en un trono excelso y elevado, y sus haldas llenaban el templo. (Isaías 6, 1)

  • Y sucedió que estando él postrado en el templo de su dios Nisrok, sus hijos Adrammélek y Saréser le mataron a espada y se pusieron a salvo en el país de Ararat. Su hijo Asarjaddón reinó en su lugar. (Isaías 37, 38)


“A cada vitória sobre o pecado corresponde um grau de glória eterna”. São Padre Pio de Pietrelcina