Fundar 501 Resultados para: tienda del encuentro

  • Entonces Moisés hizo salir al pueblo del campamento para ir al encuentro de Dios, y se detuvieron al pie del monte. (Exodo 19, 17)

  • Tejerás también piezas de pelo de cabra para que a modo de tienda cubran la Morada. Tejerás once de estas piezas. (Exodo 26, 7)

  • Juntarás cinco piezas en una parte y seis en la otra y doblarás la sexta pieza ante la fachada de la Tienda. (Exodo 26, 9)

  • Harás cincuenta broches de bronce e introducirás los broches en los lazos, uniendo así la Tienda de modo que forme un espacio único. (Exodo 26, 11)

  • Como las piezas de la Tienda exceden en amplitud, harás extender la mitad de la pieza excedente por detrás de la Morada. (Exodo 26, 12)

  • Lo que excede en longitud de las piezas de la Tienda - un codo por cada lado - se extenderá a ambos lados de la Morada, a un lado y a otro, para cubrirla. (Exodo 26, 13)

  • También harás para la Tienda un toldo de pieles de carnero teñidas de rojo; y encima otro toldo de cueros finos. (Exodo 26, 14)

  • Harás para la entrada de la Tienda una cortina de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal, labor de recamador. (Exodo 26, 36)

  • Aarón y sus hijos lo tendrán dispuesto delante de Yahveh desde la tarde hasta la mañana en Tienda del Encuentro, fuera del velo que cuelga delante del Testimonio. Decreto perpetuo será éste para las generaciones de los israelitas. (Exodo 27, 21)

  • Aarón y sus hijos los llevarán al entrar en la Tienda del Encuentro, o al acercarse al altar para oficiar en el Santuario, para que no incurran en culpa y mueran. Decreto perpetuo será éste para él y su posteridad. (Exodo 28, 43)

  • Mandarás que Aarón y sus hijos se acerquen a la entrada de la Tienda del Encuentro, donde los bañarás con agua. (Exodo 29, 4)

  • Presentarás el novillo ante la Tienda del Encuentro, y Aarón y sus hijos impondrán las manos sobre la cabeza del novillo. (Exodo 29, 10)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina