Fundar 254 Resultados para: tribu de Aser

  • Envió mensajeros por todo Manasés, que se reunió también con él; y envió mensajeros por Aser, Zabulón y Neftalí, que le salieron al encuentro. (Jueces 6, 35)

  • Los hombres de Israel se reunieron, de Neftalí, de Aser y de todo Manasés, y persiguieron a Madián. (Jueces 7, 23)

  • Había un hombre en Sorá, de la tribu de Dan, llamado Manóaj. Su mujer era estéril y no había tenido hijos. (Jueces 13, 2)

  • Por aquel tiempo no había rey en Israel. Por entonces la tribu de Dan buscaba un territorio donde habitar, pues hasta aquel día no le había tocado heredad entre las tribus de Israel. (Jueces 18, 1)

  • «Calla - le contestaron - pon la mano en la boca y ven con nosotros. Serás para nosotros padre y sacerdote. ¿Prefieres ser sacerdote de la casa de un particular a ser sacerdote de una tribu y de un clan de Israel?» (Jueces 18, 19)

  • Los danitas erigieron para sí la imagen. Jonatán, hijo de Guersón, hijo de Moisés, y después sus hijos, fueron sacerdotes de la tribu de Dan hasta el día de la deportación del país. (Jueces 18, 30)

  • Las tribus de Israel enviaron emisarios a toda la tribu de Benjamín diciendo: «¿Qué crimen es ése que se ha cometido entre vosotros? (Jueces 20, 12)

  • Los israelitas estaban apenados por su hermano Benjamín y decían: «Hoy ha sido arrancada una tribu de Israel. (Jueces 21, 6)

  • Entonces se dijeron: «¿Cuál es la única tribu de Israel que no subió ante Yahveh a Mispá?» Y vieron que nadie de Yabés de Galaad había ido al campamento, a la asamblea. (Jueces 21, 8)

  • Y añadían: «¿Cómo conservar un resto a Benjamín para que no sea borrada una tribu de Israel? (Jueces 21, 17)

  • Los israelitas se marcharon entonces de allí cada uno a su tribu y a su clan y partieron de allí cada uno a su heredad. (Jueces 21, 24)

  • Saúl respondió: ¿No soy yo de Benjamín, la menor de las tribus de Israel? ¿No es mi familia la más pequeña de todas las de la tribu de Benjamín? ¿Cómo me dices estas cosas?» (I Samuel 9, 21)


“Seja perseverante nas orações e nas santas leituras.” São Padre Pio de Pietrelcina