Fundar 4172 Resultados para: Ada

  • Las aves rapaces revoloteaban sobre los cadáveres, pero Abrán las espantaba. (Génesis 15, 11)

  • Saray dijo a Abrán: "Tú eres el responsable de la afrenta que me hace. Yo puse a mi esclava entre tus brazos, y ella, al verse embarazada, me mira con desprecio. ¡Que el Señor juzgue entre nosotros!". (Génesis 16, 5)

  • A los ocho días de su nacimiento serán circuncidados todos los varones de cada generación, así como los esclavos nacidos en la casa o comprados por dinero a cualquier extranjero que no sea de tu raza. (Génesis 17, 12)

  • El varón incircunciso, al que no le haya sido cortada la carne de su prepucio, será borrado de su pueblo; ha violado mi pacto". (Génesis 17, 14)

  • Uno de ellos prosiguió: "Dentro de un año volveré. Para entonces, tu mujer, Sara, habrá tenido un hijo". Sara escuchaba a la entrada de la tienda, detrás del que hablaba. (Génesis 18, 10)

  • Escuchad: Yo tengo dos hijas vírgenes; os las voy a sacar fuera, y haced con ellas lo que queráis; pero no hagáis nada a estos hombres, puesto que han entrado a la sombra de mi tejado". (Génesis 19, 8)

  • ¡Pronto! Escápate allá, porque yo no podré hacer nada hasta que tú no hayas llegado". Por eso aquella ciudad se llama Soar. (Génesis 19, 22)

  • Al día siguiente, la mayor dijo a la menor: "La noche pasada dormí yo con mi padre; emborrachémosle también esta noche y te acuestas tú con él, y así tendremos descendencia de nuestro padre". (Génesis 19, 34)

  • Pero Dios visitó a Abimelec en sueños, de noche, y le dijo: "Vas a morir a causa de la mujer que has tomado, porque es una mujer casada". (Génesis 20, 3)

  • Abimelec se levantó de madrugada y llamó a todos sus servidores. Les refirió todo lo ocurrido, y aquellos hombres se llenaron de miedo. (Génesis 20, 8)

  • A Sara le dijo: "Mira, yo he dado mil monedas de plata a tu hermano; esto será para ti como una venda sobre los ojos de todos los que están contigo y ante cualquiera, y tú serás enteramente justificada". (Génesis 20, 16)

  • Abrahán se levantó de madrugada, aparejó su asno, tomó consigo dos criados y a su hijo Isaac, partió la leña para el holocausto y se encaminó hacia el lugar que Dios le había dicho. (Génesis 22, 3)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina