Fundar 114 Resultados para: Labios

  • Las palabras del necio pesan como la carga al caminante, pero los labios inteligentes destilan placer. (Eclesiástico 21, 16)

  • Los labios de los necios dicen disparates, pero las palabras de la gente sensata se pesan en la balanza. (Eclesiástico 21, 25)

  • ¿Quién pondrá guarda a mi boca y sello de discreción en mis labios para que no caiga por ellos y no me pierda mi lengua? (Eclesiástico 22, 27)

  • Por los labios queda preso el pecador, y por ellos tropiezan el malicioso y el soberbio. (Eclesiástico 23, 8)

  • porque tú fuiste mi protector y mi apoyo, libraste mi cuerpo de la destrucción y del lazo de la lengua malvada, de labios que maquinan la falsedad, has sido mi apoyo delante de los que me rodeaban y me libraste, (Eclesiástico 51, 2)

  • Yo exclamé: ¡Ay de mí, estoy perdido, pues soy hombre de labios impuros; vivo entre un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al rey, al Señor todopoderoso. (Isaías 6, 5)

  • Tocó con él mi boca y dijo: Mira, esto ha tocado tus labios: tu maldad queda borrada, tu pecado está perdonado. (Isaías 6, 7)

  • juzgará con justicia a los débiles, y con rectitud a los pobres del país; al tirano herirá con la vara de su boca, matará al criminal con el soplo de sus labios. (Isaías 11, 4)

  • Oh, sí, con labios balbucientes, en lenguaje extraño va a hablar a este pueblo. (Isaías 28, 11)

  • Ha dicho el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí tan sólo con palabras, y sólo de labios me honra, mientras su corazón está lejos de mí, siendo así su religión para conmigo sólo un mandamiento humano, una lección aprendida, (Isaías 29, 13)

  • Mirad, el nombre del Señor viene de lejos, abrasa su cólera, oprime la nube de su humo. Sus labios rebosan de furor, y su lengua es un fuego que devora. (Isaías 30, 27)

  • Por haberte envalentonado contra mí, pues tu insolencia y tu furor contra mí han llegado a mis oídos, voy a poner mi anillo en tu nariz y mi freno en tus labios, para hacerte volver por el camino por donde has venido. (Isaías 37, 29)


“Somente por meio de Jesus podemos esperar a salvação.” São Padre Pio de Pietrelcina