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Luego dijeron: "Ea, edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos famosos y no andemos más dispersos por la tierra". (Génesis 11, 4)
Hoy llegué a la fuente y dije: Señor, Dios de mi amo Abrahán, lleva a feliz éxito el viaje que he emprendido; (Génesis 24, 42)
Acuérdate de mí cuando te llegue ese día; sé bueno conmigo y háblale al Faraón de mí para que me saque de esta cárcel. (Génesis 40, 14)
Las parteras respondieron al Faraón: "Las mujeres hebreas no son como las egipcias; son robustas, y antes que la partera llegue, ya han dado a luz". (Exodo 1, 19)
Lo pondrás en el reborde del altar, por debajo, de modo que la red llegue a la mitad del altar. (Exodo 27, 5)
Cuando vayáis a sembrar en el año octavo, tendréis todavía reservas de la cosecha anterior; hasta el año noveno en que llegue la nueva cosecha, tendréis reservas de la vieja". (Levítico 25, 22)
Incluso cuando llegue el jubileo para los israelitas, la heredad de estas mujeres quedará añadida a la heredad de la tribu a la que pertenezcan y, por tanto, sustraída de la heredad de nuestra tribu". (Números 36, 4)
como ya me lo han permitido los hijos de Esaú que viven en Seír, y los moabitas que viven en Ar, hasta que a través del Jordán llegue a la tierra que el Señor, nuestro Dios, nos da. (Deuteronomio 2, 29)
y les dijo: "Miradme a mí y haced lo que yo haga. Cuando llegue yo a los límites del campamento, lo que haga yo, hacedlo vosotros también. (Jueces 7, 17)
Entonces el levita, el marido de la víctima, les dijo: "Yo llegué con mi concubina a Guibeá de Benjamín para pasar la noche. (Jueces 20, 4)
En cuanto entréis en la ciudad, buscadlo rápidamente, antes de que suba al alto para la comida. El pueblo no comienza a comer antes de que llegue él, porque es él quien tiene que bendecir el sacrificio; después de esto comerán los invitados. Por tanto, subid rápidamente, y lo encontraréis". (I Samuel 9, 13)
Y añadió: "¡Vive el Señor!, que ha de ser él quien le hiera, ya le llegue el día de su muerte y muera, ya baje a la guerra y caiga. (I Samuel 26, 10)