Fundar 109 Resultados para: Mató

  • Trifón se comportó pérfidamente con el joven rey Antíoco y lo mató. (I Macabeos 13, 31)

  • Juan quedó consternado con esta noticia. Prendió a los que habían venido a matarle y los mató, pues sabía que venían a matarlo. (I Macabeos 16, 22)

  • Menelao, irritado, pidió a Andrónico que matara a Onías. Andrónico fue a ver a Onías, le dio la mano y le juró que no le haría nada; Onías no se fiaba, pero se dejó convencer y salió del lugar de asilo; inmediatamente Andrónico lo mató sin respetar la justicia. (II Macabeos 4, 34)

  • Mató a más de veinte mil en las dos fortalezas, dando así feliz remate a las empresas que había emprendido. (II Macabeos 10, 23)

  • Judas los perseguía con furia y ardor, y acuchilló y mató a unos treinta mil de aquellos criminales. (II Macabeos 12, 23)

  • Judas marchó contra Carnión y contra el santuario de Atargates, y mató no menos de veinticinco mil hombres. (II Macabeos 12, 26)

  • Judas dijo en su invocación: "Tú, oh Señor, que enviaste tu ángel en los días de Ezequías, rey de Judá, y mató a ciento ochenta y cinco mil del campamento de Senaquerib, (II Macabeos 15, 22)

  • En la juventud ¿no mató al gigante, y quitó el oprobio de su pueblo, cuando lanzó con su honda la piedra y acabó con la arrogancia de Goliat? (Eclesiástico 47, 4)

  • Ismael mató asimismo a todos los judíos que estaban comiendo con Godolías, y a los caldeos -eran hombres de guerra- que se encontraban allí. (Jeremías 41, 3)

  • Aunque hubo diez de aquellos hombres que dijeron a Ismael: "No nos mates, pues tenemos escondidas en el campo provisiones de trigo, cebada, aceite y miel". Y él los respetó y no los mató como a sus compañeros. (Jeremías 41, 8)

  • Y el rey de Babilonia los mató en Ribla, en la región de Jamat. Así fue deportado Judá lejos de su tierra. (Jeremías 52, 27)

  • ¿Creéis que aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató eran los únicos culpables entre todos los vecinos de Jerusalén? (Lucas 13, 4)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina