Fundar 73 Resultados para: Reina

  • El rey preguntó: "¿Qué ha de hacerse, según la ley, con la reina Vasti por no haber cumplido la orden del rey, transmitida por los eunucos?". (Ester 1, 15)

  • Memucán, ante el rey y los príncipes, respondió: "La reina no ha ofendido solamente al rey, sino también a los príncipes y a los súbditos que viven en las provincias del rey. (Ester 1, 16)

  • Porque cuando todas las mujeres se enteren de lo que ha hecho la reina, despreciarán a sus maridos, diciendo: El rey mandó llamar a la reina, y ella no quiso ir. (Ester 1, 17)

  • Desde hoy las mujeres de los príncipes persas y medos, al saber lo que ha hecho la reina, hablarán con desprecio y con ira a sus maridos. (Ester 1, 18)

  • Si al rey le parece bien, promulgue este decreto entre las leyes de los persas y de los medos: la reina Vasti no comparecerá más delante del rey, y su dignidad de reina se conferirá a otra mejor que ella. (Ester 1, 19)

  • y la que más guste al rey será la reina en lugar de Vasti". La idea agradó al rey, y así se hizo. (Ester 2, 4)

  • Y el rey la prefirió a todas las demás mujeres, puso la corona real sobre su cabeza y la eligió por reina en sustitución de Vasti. (Ester 2, 17)

  • Las doncellas de Ester y sus eunucos fueron a decírselo. La reina lo sintió grandemente y envió vestidos a Mardoqueo para que se los pusiese y se quitase el saco, pero él no quiso. (Ester 4, 4)

  • Si te obstinas en callar, los judíos encontrarán ayuda y salvación por otra parte, pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¡Y quién sabe si para una circunstancia como ésta no habrás llegado a ser reina!". (Ester 4, 14)

  • Tres días después, Ester, revestida de reina, llegó al atrio interior de palacio, ante la cámara real. Asuero estaba sentado en el trono en la sala real, de cara a la puerta. (Ester 5, 1)

  • Cuando vio que la reina Ester estaba de pie en el atrio, le arrebató su encanto y tendió hacia ella el cetro de oro que tenía en la mano. Ester se acercó y tocó la punta del cetro. (Ester 5, 2)

  • El rey le preguntó: "¿Qué te pasa, reina Ester? Pídeme lo que quieras, que te daré aunque sea la mitad de mi reino". (Ester 5, 3)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina