Fundar 36 Resultados para: Siega

  • Será como cuando el segador toma a brazadas la mies y su mano siega las espigas; como cuando se recogen las espigas en el valle de Refaín, (Isaías 17, 5)

  • Esto me ha dicho el Señor: Me quedaré quieto y miraré desde mi trono, como el calor ardiente cuando el sol brilla, como nube de rocío en el calor de la siega. (Isaías 18, 4)

  • "Ha pasado la siega, ha acabado el verano, y nosotros no hemos sido salvados". (Jeremías 8, 20)

  • Exterminad de Babilonia al sembrador y al que empuña la hoz en tiempo de la siega. Ante la espada destructora, cada uno hacia su pueblo se dirija, cada cual escape a su país. (Jeremías 50, 16)

  • También os negué la lluvia los tres meses antes de la siega, e hice llover sobre una ciudad y sobre otra no; en un campo llovió y otro campo se secó por falta de lluvia. (Amós 4, 7)

  • Vienen días, dice el Señor, en los cuales el que siega irá detrás del que ara, el que pisa la uva seguirá al que esparce la semilla, los montes chorrearán mosto y todos los collados se derretirán. (Amós 9, 13)

  • Dejad crecer juntas las dos cosas hasta la siega; en el tiempo de la siega diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en haces para quemarla, pero el trigo recogedlo en mi granero". (Mateo 13, 30)

  • El enemigo que la siembra es el diablo. La siega es el fin del mundo, y los segadores los ángeles. (Mateo 13, 39)

  • ¿No decís vosotros que faltan todavía cuatro meses para la siega? Pues yo os digo: Alzad los ojos y ved los campos ya dorados para la siega. (Juan 4, 35)

  • El segador cobra el salario y recoge el fruto para la vida eterna. Así se alegra tanto el que siega como el que siembra. (Juan 4, 36)

  • Porque en esto se cumple aquel proverbio: Uno es el que siembra y otro el que siega. (Juan 4, 37)

  • Salió otro ángel del templo, gritando con voz potente al que estaba sentado sobre la nube: "Echa tu hoz y siega, porque ha llegado la hora de la siega, pues está seca la mies de la tierra". (Apocalipsis 14, 15)


“O Santo Rosário é a arma daqueles que querem vencer todas as batalhas.” São Padre Pio de Pietrelcina