Fundar 58 Resultados para: asno

  • Si ves el asno del que te odia caído bajo el peso de su carga, no le abandones; ayúdale a levantarlo. (Exodo 23, 5)

  • Seis días trabajarás, pero el séptimo descansarás, para que descansen también tu buey y tu asno y tengan un respiro el hijo de tu esclava y el emigrante. (Exodo 23, 12)

  • El primogénito del asno lo rescatarás con un cordero; y si no lo rescatas, lo desnucarás. Rescatarás todo primogénito entre tus hijos, y nadie se presentará ante mí con las manos vacías. (Exodo 34, 20)

  • Moisés, preso de gran indignación, dijo al Señor: "No hagas caso de su ofrenda. Ni un asno he tomado yo de ellos; a ninguno de ellos he perjudicado". (Números 16, 15)

  • Pero el séptimo es descanso para el Señor, tu Dios: no harás en él trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguna de tus bestias, ni el extranjero residente; de esta manera podrán descansar tu siervo y tu sierva lo mismo que tú. (Deuteronomio 5, 14)

  • No desearás a la mujer de tu prójimo, ni tampoco sus cosas: casas, campo, siervo o sierva, buey o asno, ni nada de cuanto a tu prójimo pertenece". (Deuteronomio 5, 21)

  • Lo mismo harás con su asno, con su manto y con todo objeto perdido por tu hermano que tú encuentres. No debes desentenderte de ellos. (Deuteronomio 22, 3)

  • Si ves el asno de tu hermano o su buey caídos en el camino, no te desentiendas; ayúdale a levantarlos. (Deuteronomio 22, 4)

  • No ares con un buey y un asno uncidos juntos. (Deuteronomio 22, 10)

  • Tu buey será degollado ante tus propios ojos, y no lo podrás comer; te quitarán tu asno, y no te lo devolverán; tus enemigos se llevarán tus ovejas, y nadie te socorrerá. (Deuteronomio 28, 31)

  • Entonces Josué tomó a Acán, hijo de Zéraj, con el dinero, el manto y la barra de oro, a sus hijos, sus hijas, su buey, su asno, su pequeño rebaño, su tienda y todo lo que le pertenecía y, con todo Israel, lo llevaron al valle de Acor. (Josué 7, 24)

  • Cuando ella fue a casa de su marido, éste la convenció de que pidiera a su padre un campo. Acsá se bajó del asno, y Caleb le preguntó: "¿Qué quieres?". (Josué 15, 18)


“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina