Fundar 1632 Resultados para: batalla contra los filisteos

  • los patrositas, los caslujitas y los cretenses, de los que salieron los filisteos. (Génesis 10, 14)

  • Los habitantes de Sodoma eran unos malvados y grandes pecadores contra el Señor. (Génesis 13, 13)

  • Entonces, el rey de Sodoma, el de Gomorra, el de Admá, el de Seboín y el de Bela, o sea, de Soar, les salieron al encuentro y presentaron batalla contra ellos en el valle de Sidín: (Génesis 14, 8)

  • contra Codorlaomer, rey de Elán; Tidal, rey de Goyín; Amrafel, rey de Senaar, y Arioc, rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco. (Génesis 14, 9)

  • Será un potro salvaje; su mano será contra todos y la de todos contra él. Vivirá en contra de todos sus hermanos". (Génesis 16, 12)

  • El Señor dijo: "Las quejas contra Sodoma y Gomorra son muy grandes, y su pecado, muy grave. (Génesis 18, 20)

  • pues hemos venido aquí para destruir este lugar porque las quejas contra él ante el Señor son muy grandes, y el Señor nos ha enviado para destruirlo". (Génesis 19, 13)

  • Dios le respondió: "Sí, sé que has hecho esto con buena conciencia; por eso te he impedido pecar contra mí y no te he dejado tocarla. (Génesis 20, 6)

  • Después que hicieron el pacto en Berseba, Abimelec y Picol, jefe de su ejército, regresaron al país de los filisteos. (Génesis 21, 32)

  • Abrahán permaneció largo tiempo en tierra de los filisteos. (Génesis 21, 34)

  • Hubo hambre en el país (otra distinta de la que hubo en tiempo de Abrahán), e Isaac se fue a Guerar con Abimelec, rey de los filisteos. (Génesis 26, 1)

  • Cuando ya llevaba algún tiempo entre ellos, un día Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio que Isaac acariciaba a Rebeca, su mujer. (Génesis 26, 8)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina