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  • Y el pueblo entero se fue a comer y beber, a invitar a los demás y a celebrar la fiesta, porque habían comprendido lo que les habían enseñado. (Nehemías 8, 12)

  • Luego dijo a la madre que trajera un papel, en el que escribieron el contrato matrimonial, es decir, que daba a su hija por mujer a Tobías según lo prescrito en la ley de Moisés. Y lo selló. Después se pusieron a comer y beber. (Tobías 7, 14)

  • Mandó que la pasaran adonde tenía sus cubiertos de plata, y ordenó que se le sirviera de sus manjares y que le dieran a beber de su vino. (Judit 12, 1)

  • Y dijo a Bagoas, el eunuco, que era su mayordomo: "Trata de persuadir a la hebrea para que venga a comer y beber con nosotros. (Judit 12, 11)

  • Bagoas fue adonde estaba Judit, y le dijo: "Que esta hermosa joven no se niegue a venir donde mi señor, para ser agasajada por él, beber con nosotros el vino que causa alegría y ser como una de las mujeres asirias, que viven en el palacio de Nabucodonosor". (Judit 12, 13)

  • Cuando se hizo tarde, los servidores se retiraron. Bagoas cerró por fuera la puerta de la tienda, procurando dejar solo a su señor. Cansados de tanto comer y beber, todos se fueron a dormir. (Judit 13, 1)

  • El rey había ordenado a los mayordomos de palacio que no obligaran a beber a nadie y que fuesen condescendientes con los deseos de los invitados. (Ester 1, 8)

  • Sus hijos solían visitarse mutuamente y celebrar banquetes, cada cual en su día, e invitaban también a sus tres hermanas a comer y beber en su compañía. (Job 1, 4)

  • no has dado de beber al sediento y al hambriento has negado el pan; (Job 22, 7)

  • ¿Es que voy a comer la carne de los toros o a beber la sangre de los machos cabríos? (Salmos 50, 13)

  • has hecho pasar por duras pruebas a tu pueblo, nos has dado a beber un vino que enloquece; (Salmos 60, 5)

  • Pusieron veneno en mi comida, cuando tenía sed me dieron a beber vinagre. (Salmos 69, 22)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina