Fundar 425 Resultados para: lista de animales destinados al sacrificio
Y me dijo: "Éste es el lugar donde los sacerdotes cocerán las víctimas del sacrificio por el pecado y las de reparación y donde cocerán las ofrendas, con el fin de que no lo saquen al atrio exterior, santificando así al pueblo". (Ezequiel 46, 20)
No tenemos ya príncipe, profeta, ni caudillo, ni holocausto, ni sacrificio, ni ofrendas, ni incienso, ni lugar donde ofrecerte las primicias (Daniel 3, 38)
acéptalos como holocausto de carneros y toros, de millares de corderos cebados. Tal sea hoy nuestro sacrificio ante ti para agradarte, pues no quedan defraudados quienes ponen en ti su confianza. (Daniel 3, 40)
El rey ha visto también bajar del cielo un vigilante, un santo, que decía: Derribad el árbol y hacedlo trozos, pero dejad el tocón con sus raíces en la tierra y sea atado entre la hierba del campo con cadenas de bronce y hierro, bañado por el rocío del cielo y comparta la suerte con los animales salvajes hasta que hayan pasado por él siete períodos. (Daniel 4, 20)
Llegó hasta el mismo príncipe de las milicias, suprimió su sacrificio cotidiano y derribó su santuario. (Daniel 8, 11)
En lugar del sacrificio cotidiano puso la perversidad y tiró por tierra la verdad. Así logró actuar con éxito. (Daniel 8, 12)
Oí entonces a un santo que hablaba y a otro santo que preguntaba al que estaba hablando: ¿Hasta cuándo durará lo que anuncia la visión: el sacrificio cotidiano, la perversidad desoladora, el santuario y las milicias pisoteados? (Daniel 8, 13)
Mandará parte de sus fuerzas a profanar el santuario y la fortaleza; pondrán fin al sacrificio perpetuo, y en su lugar establecerán el sacrificio horrible. (Daniel 11, 31)
Y desde el tiempo en que sea cesado el sacrificio cotidiano y sea sustituido por el sacrilegio horrible pasarán mil doscientos noventa días. (Daniel 12, 11)
Buscad palabras y volved al Señor. Decidle: Perdona todas nuestras culpas para que recobremos la felicidad y te ofrezcamos en sacrificio palabras de alabanza. (Oseas 14, 3)
Sacrificio y ofrenda han desaparecido de la casa del Señor. Los sacerdotes, ministros del Señor, hacen duelo. (Joel 1, 9)
Vestíos de luto; lamentaos, sacerdotes; lanzad gritos, ministros del altar; venid, pasad la noche en sacos, ministros de mi Dios, porque la casa de vuestro Dios se ha quedado sin sacrificio y sin ofrenda. (Joel 1, 13)