Fundar 736 Resultados para: manos

  • El sacerdote recibirá la cesta de tus manos y la pondrá delante del altar del Señor, tu Dios. (Deuteronomio 26, 4)

  • El Señor abrirá para ti su maravilloso tesoro, los cielos, para dar a su tiempo la lluvia a tu tierra y bendecir las obras de tus manos. Prestarás a muchas gentes y de nadie tomarás prestado. (Deuteronomio 28, 12)

  • Tus hijos y tus hijas serán entregados a pueblos extranjeros; tus ojos se consumirán mirando cada día hacia el lugar de su destierro, pero tus manos nada podrán hacer. (Deuteronomio 28, 32)

  • El Señor los entregará en vuestras manos y haréis con ellos lo que yo os he mandado. (Deuteronomio 31, 5)

  • Bendice sus esfuerzos, Señor, y acepta la obra de sus manos. Parte los lomos de sus adversarios, y los que le odian que no se levanten. (Deuteronomio 33, 11)

  • Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos. A él obedecieron los israelitas, como lo había ordenado Moisés. (Deuteronomio 34, 9)

  • Y dijeron: "El Señor ha entregado toda esta región en nuestras manos; todos los habitantes están muertos de miedo ante nosotros". (Josué 2, 24)

  • El Señor dijo a Josué: "Mira, he puesto en tus manos a Jericó y a su rey. Todos vosotros, los combatientes, (Josué 6, 2)

  • "La ciudad, con todo lo que hay en ella, será entregada al exterminio en manos del Señor; solamente quedará Rajab, la prostituta, y todos los que estén con ella en su casa, porque escondió a los exploradores que habíamos enviado. (Josué 6, 17)

  • Y Josué exclamó: "Señor, ¿por qué has hecho pasar el Jordán a este pueblo, si es para entregarlo en manos del amorreo y destruirnos? ¡Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán! (Josué 7, 7)

  • El Señor dijo a Josué: "No tengas miedo ni te acobardes. Toma contigo todos los hombres de guerra, levántate y sube contra Ay. Mira, yo pongo en tus manos al rey de Ay, a su pueblo, su ciudad y su tierra. (Josué 8, 1)

  • Entonces vosotros saldréis de la emboscada para tomar la ciudad. El Señor, vuestro Dios, la pondrá en vuestras manos. (Josué 8, 7)


“Uma Missa bem assistida em vida será mais útil à sua salvação do que tantas outras que mandarem celebrar por você após sua morte!” São Padre Pio de Pietrelcina