Fundar 523 Resultados para: muerte de los primogénitos
Si lo hirió con un palo capaz de producirle la muerte, y la muerte se sigue, es un homicida, y el homicida será castigado con la muerte. (Números 35, 18)
Si lo derribó por odio o arrojó alguna cosa contra él intencionadamente, y se sigue la muerte; (Números 35, 20)
o si por enemistad lo golpea a puñetazos y se sigue la muerte, el culpable debe morir. Es un homicida, y el vengador de sangre lo matará cuando lo encuentre. (Números 35, 21)
si le tira una piedra capaz de producirle la muerte, sin verlo, y la muerte se sigue, sin que fuera su enemigo ni quisiera hacerle daño alguno, (Números 35, 23)
salvando al homicida de las manos del vengador de sangre; lo volverá a la ciudad de refugio donde había huido, y allí se quedará hasta la muerte del sumo sacerdote ungido con el óleo santo. (Números 35, 25)
porque el homicida debe permanecer en su ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote. Solamente después de la muerte del sumo sacerdote podrá volver a la tierra donde tiene su heredad. (Números 35, 28)
En casos de homicidio se condenará a muerte al homicida después que hayan declarado los testigos; pero el testimonio de un solo testigo no basta para condenar a muerte a una persona. (Números 35, 30)
No aceptaréis rescate por la vida de un homicida reo de muerte: debe morir. (Números 35, 31)
Tampoco aceptaréis rescate para dejar salir al refugiado de su ciudad de refugio y que habite en su tierra antes de la muerte del sumo sacerdote. (Números 35, 32)
Cuando la muerte hizo desaparecer de en medio del pueblo todos los hombres de guerra, (Deuteronomio 2, 16)
allí llevaréis vuestros holocaustos y sacrificios, vuestros diezmos y contribuciones, vuestros votos y vuestras ofrendas voluntarias, los primogénitos de vuestro ganado mayor y menor. (Deuteronomio 12, 6)
No podrás comer en tu residencia los diezmos de tu trigo, de tu mosto y de tu aceite, ni los primogénitos de tus vacas y tus ovejas, ni tus votos u ofrendas voluntarias, (Deuteronomio 12, 17)