Fundar 218 Resultados para: nación santa

  • El primer día habrá asamblea santa; no haréis ningún trabajo. (Números 28, 18)

  • El séptimo día tendréis asamblea santa; no haréis ningún trabajo". (Números 28, 25)

  • "El día de las primicias, cuando vayáis a presentar al Señor la ofrenda de los frutos nuevos en vuestra fiesta de las semanas, tendréis asamblea santa; no haréis ningún trabajo. (Números 28, 26)

  • "El primer día del séptimo mes tendréis asamblea santa; no haréis ningún trabajo. Será para vosotros éste el día de las aclamaciones. (Números 29, 1)

  • El diez del mismo séptimo mes tendréis asamblea santa; ayunaréis y no haréis ningún trabajo. (Números 29, 7)

  • El día quince del séptimo mes tendréis asamblea santa y no haréis en él ningún trabajo. Celebraréis fiesta en honor del Señor durante siete días. (Números 29, 12)

  • nación grande, numerosa y de alta estatura, como los anaquitas. El Señor los destruyó ante los amonitas, que los echaron y se establecieron en su lugar; (Deuteronomio 2, 21)

  • Guardadlos y ponedlos por obra, pues ello os hará sabios y sensatos ante los pueblos. Cuando éstos tengan conocimiento de todas estas leyes exclamarán: No hay más que un pueblo sabio y sensato, que es esta gran nación. (Deuteronomio 4, 6)

  • En efecto, ¿qué nación hay tan grande que tenga dioses tan cercanos a ella como lo está de nosotros el Señor, nuestro Dios, siempre que le invocamos? (Deuteronomio 4, 7)

  • ¿Qué nación hay tan grande que tenga leyes y mandamientos tan justos como esta ley que yo os propongo hoy? (Deuteronomio 4, 8)

  • ¿Ha habido un dios que haya ido a buscar una nación en medio de otra a fuerza de tantas pruebas, milagros y prodigios, de violencia, con mano fuerte y brazo poderoso, en medio de tremendas hazañas, como las hizo el Señor, vuestro Dios, por vosotros en Egipto, como todos habéis visto? (Deuteronomio 4, 34)

  • déjame que lo destruya y borre su nombre de la tierra, y te daré una nación más fuerte y más numerosa que ese pueblo. (Deuteronomio 9, 14)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina