Fundar 63 Resultados para: príncipe

  • El holocausto que el príncipe ofrecerá al Señor será el siguiente: los sábados, seis corderos y un carnero sin defecto; (Ezequiel 46, 4)

  • Cuando entre el príncipe, pasará por el vestíbulo del porche y saldrá por el mismo. (Ezequiel 46, 8)

  • El príncipe irá en medio de ellos; entrará cuando ellos entren y saldrá cuando salgan. (Ezequiel 46, 10)

  • Cuando el príncipe haga una ofrenda voluntaria al Señor, sea holocausto y sacrificio de reconciliación, se le abrirá la puerta que da a oriente, ofrecerá su holocausto o su sacrificio de reconciliación según el mismo ceremonial de los días de sábado, saldrá luego y la puerta se cerrará cuando haya salido. (Ezequiel 46, 12)

  • Esto dice el Señor Dios: Si el príncipe hace un regalo a alguno de sus hijos, tomándolo de los bienes propios, el regalo pertenecerá a sus hijos y lo poseerán como herencia. (Ezequiel 46, 16)

  • Pero si de su heredad hace un regalo a alguno de sus servidores, pertenecerá a éste sólo hasta el año jubilar, en que volverá al príncipe. Su heredad pasará sólo a sus hijos. (Ezequiel 46, 17)

  • El príncipe no podrá apoderarse de nada de los bienes del pueblo, despojándolo de su propiedad; sólo su propia hacienda pasará en herencia a sus hijos, a fin de que ninguno de mi pueblo sea privado de la propiedad que le corresponde. (Ezequiel 46, 18)

  • Lo que quede a uno y otro lado de la zona sagrada y de la posesión de la ciudad pertenecerá al príncipe; su porción se extenderá así a lo largo de los doce kilómetros y medio de la zona sagrada al este, hasta la frontera oriental, y al oeste a lo largo de los doce kilómetros y medio, hasta la frontera occidental; esto para el príncipe, en correspondencia con las demás porciones. Así en el medio estará la zona sagrada y el santuario del templo, (Ezequiel 48, 21)

  • entre la posesión de los levitas y la de la ciudad y entre la porción correspondiente al príncipe, la cual se encuentra entre el territorio de Judá y el de Benjamín. (Ezequiel 48, 22)

  • No tenemos ya príncipe, profeta, ni caudillo, ni holocausto, ni sacrificio, ni ofrendas, ni incienso, ni lugar donde ofrecerte las primicias (Daniel 3, 38)

  • Llegó hasta el mismo príncipe de las milicias, suprimió su sacrificio cotidiano y derribó su santuario. (Daniel 8, 11)

  • Gracias a su astucia, la traición tendrá éxito en sus manos, su corazón se inflará de soberbia y de improviso destruirá a una gran multitud. Se alzará también contra el príncipe de los príncipes. Pero será destruido sin intervención humana. (Daniel 8, 25)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina