Fundar 62 Resultados para: propiedad

  • pero los términos de esta ciudad, con sus aldeas, se los dieron en propiedad a Caleb, hijo de Jefoné. (Josué 21, 12)

  • Fue sepultado en el territorio de su propiedad, en Timná Séraj, que está en la montaña de Efraín, al norte del monte Gaas. (Josué 24, 30)

  • Los huesos de José, que los israelitas habían traído de Egipto, fueron sepultados en Siquén, en la parte del campo que Jacob había comprado por cien monedas de plata a los hijos de Jamor, padre de Siquén, y que pasó a ser propiedad de los hijos de José. (Josué 24, 32)

  • El Señor ha dicho también contra Jezabel: Los perros comerán a Jezabel en la propiedad de Yezrael. (I Reyes 21, 23)

  • Además, todo el oro y plata de mi propiedad personal lo doy por amor del templo de mi Dios; (I Crónicas 29, 3)

  • mira ahora cómo nos pagan viniendo a echarnos de la heredad que tú nos diste en propiedad. (II Crónicas 20, 11)

  • Cuando todo acabó, los israelitas que habían estado presentes recorrieron las ciudades de Judá destruyendo los cipos sagrados, las imágenes de Aserá, los lugares de culto de las colinas y los altares en todo Judá, Benjamín, Efraín y Manasés hasta su extinción total. Luego regresaron a sus ciudades, cada uno a su propiedad. (II Crónicas 31, 1)

  • Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los llevaste a la tierra que habías prometido dar en propiedad a sus padres. (Nehemías 9, 23)

  • A continuación se reseñan los jefes de las provincias que se establecieron en Jerusalén y en las ciudades de Judá. Los israelitas, sacerdotes, levitas, sirvientes del templo y los descendientes de los siervos de Salomón habitaban en sus ciudades, cada uno en su propiedad. (Nehemías 11, 3)

  • El resto de Israel, de los sacerdotes y los levitas residían en todas las ciudades de Judá, cada uno en su propiedad. (Nehemías 11, 20)

  • Dios se acordó de su pueblo Israel, que es su propiedad, y le hizo justicia. (Ester 10, 12)

  • No desprecies tu propiedad, que rescataste de Egipto. (Ester 13, 16)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina