Fundar 41 Resultados para: quemada

  • Junto con el pan, ofreceréis en holocausto al Señor siete corderos de un año sin defecto, un novillo y dos carneros con la ofrenda y las libaciones: es una ofrenda quemada, un perfume agradable en honor del Señor. (Levítico 23, 18)

  • No haréis trabajo alguno y presentaréis una ofrenda quemada en honor del Señor". (Levítico 23, 25)

  • "El diez del mismo mes séptimo es el día del perdón; celebraréis asamblea santa y presentaréis una ofrenda quemada en honor del Señor. (Levítico 23, 27)

  • Los siete días presentaréis ofrendas quemadas en honor del Señor; el día octavo celebraréis asamblea santa y presentaréis una ofrenda quemada en honor del Señor: es día de asamblea; no haréis en él trabajo alguno. (Levítico 23, 36)

  • Pondrás incienso puro sobre cada una de las hileras; servirá de memorial en lugar del pan; será una ofrenda quemada en honor del Señor. (Levítico 24, 7)

  • y cuatro litros de vino, como ofrenda quemada de olor agradable al Señor. (Números 15, 10)

  • Así lo harán todos los indígenas cuando hagan una ofrenda quemada de olor agradable al Señor. (Números 15, 13)

  • Si un extranjero residente o de paso presenta una ofrenda quemada de olor agradable al Señor, hará lo mismo que vosotros. (Números 15, 14)

  • No aceptarás rescate por los primogénitos de las vacas, ovejas y cabras. Éstas son cosas santas; verterás su sangre sobre el altar, quemarás las grasas como ofrenda quemada de olor agradable al Señor, (Números 18, 17)

  • Hará quemar la novilla en su presencia; será quemada piel, carne, sangre y excrementos. (Números 19, 5)

  • En tales casos de impureza tomarán de la ceniza de la novilla quemada en sacrificio por el pecado, echarán sobre ella un vaso de agua corriente; (Números 19, 17)

  • Es el holocausto perpetuo que se ofrecía ya en el monte Sinaí, ofrenda quemada de olor agradable en honor del Señor. (Números 28, 6)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina