Fundar 190 Resultados para: sacerdocio real

  • Serás una corona preciosa en manos del Señor, una diadema real en la palma de tu Dios. (Isaías 62, 3)

  • Dirás a la casa real de Judá: Escuchad la palabra del Señor: (Jeremías 21, 11)

  • Pues esto dice el Señor acerca de la casa real de Judá: Eras para mí como un Galaad, como una cima del Líbano. Pero yo te transformaré en desierto, en ciudad despoblada. (Jeremías 22, 6)

  • Al enterarse de ello los magistrados de Judá, subieron desde el palacio real al templo del Señor y se sentaron a la entrada de la puerta nueva del templo. (Jeremías 26, 10)

  • Si fuesen profetas, si poseyesen la palabra del Señor, intercederían ante el Señor todopoderoso para que los utensilios que quedan aún en el templo del Señor, en el palacio real de Judá y en Jerusalén no vayan a parar a Babilonia. (Jeremías 27, 18)

  • Sí, esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel, respecto de los utensilios que han quedado en el templo del Señor, en el palacio real de Judá y en Jerusalén: (Jeremías 27, 21)

  • El ejército del rey de Babilonia estaba a la sazón asediando a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba detenido en el patio de la cárcel del palacio real de Judá, (Jeremías 32, 2)

  • bajó al palacio real, a la sala del secretario, donde estaban reunidos en sesión todos los dignatarios: Elisamá, el secretario; Delayas, hijo de Semayas; Elnatán, hijo de Acbor; Gamarías, hijo de Safán; Sedecías, hijo de Ananías, y todos los demás dignatarios. (Jeremías 36, 12)

  • Ebedmélec, eunuco etíope del palacio real, oyó decir que habían echado a Jeremías en la cisterna. Y en una ocasión en que el rey se encontraba en la puerta de Benjamín, (Jeremías 38, 7)

  • salió Ebedmélec del palacio real y fue a decir al rey: (Jeremías 38, 8)

  • Ebedmélec tomó consigo a los hombres, entró en el palacio real, en el vestuario del tesoro, tomó unos cuantos trozos de ropas usadas y rotas y se las echó a Jeremías en la cisterna con unas cuerdas. (Jeremías 38, 11)

  • Al verlos, Sedecías, rey de Judá, y todos los combatientes emprendieron la huida, saliendo de noche de la ciudad por el camino del jardín real, por la puerta situada entre los dos muros, tomando el camino de la Arabá. (Jeremías 39, 4)


“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina