3. Lo mismo harás con su asno, con su ropa y con cualquier otro objeto que pierda tu hermano y que tú encuentres: no podrás despreocuparte de ellos.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina