8. También le dio una copia del texto del decreto que se había promulgado en Susa ordenando ese exterminio. Él debía mostrárselo a Ester, informarla de todo y ordenarle que se presentara ante el rey para implorarle gracia y suplicarle en favor de su pueblo.





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina