Hechos, 27
32. Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y lo dejaron caer.
32. Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y lo dejaron caer.
“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina