44. En el desierto, nuestros padres tenían la Morada del Testimonio. Así lo había dipuesto Dios, cuando ordenó a Moisés que la hiciera conforme al modeloque había visto.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina