16. Cada año confían a un solo hombre el poder y el dominio sobre toda la nación, y todos le obedecen, sin que haya entre ellos envidias ni celos.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina